Restricciones y obras reciben a los granadinos tras su descanso

La capital retoma su actividad en medio de una vorágine de reformas en la vía pública y calles cortadas al tráfico. Rober comenzará a reforzar a partir de hoy el servicio de autobuses.
Gran Vía sigue siendo uno de los puntos más conflictivos por las obras, que avanzan sin pausa hacia la plaza Isabel la Católica(Torres).
Gran Vía sigue siendo uno de los puntos más conflictivos por las obras, que avanzan sin pausa hacia la plaza Isabel la Católica(Torres).
Gran Vía sigue siendo uno de los puntos más conflictivos por las obras, que avanzan sin pausa hacia la plaza Isabel la Católica(Torres).
Temple y resignación. Es lo que deberán tener todos los que regresen hoy a sus puestos de trabajo si no quieren anhelar demasiado pronto la tranquilidad disfrutada durante las vacaciones.Y es que se van a encontrar en la capital con más obras y más dificultades para circular de las que se dejaron en verano. Comienza la prueba de fuego.

Si pensaban que a su vuelta iban a toparse con una ciudad limpia de máquinas, polvo y ruido, olvídense, pues continúan la mayoría de las reformas de las principales vías de la capital.

Entre ellas, las obras de Gran Vía que siguen en pleno proceso y que, a día de hoy, también afectan a varias calles perpendiculares, cuyas salidas han sido cortadas al tráfico. En Constitución y Severo Ochoa, más de lo mismo, con la excepción de que la calle Marín Ocete (que canalizaba hasta hace poco todo el tráfico) vuelve a ser de un solo sentido (descendente).

A estos trabajos se suman desde el pasado 28 de agosto los de la renovación del asfalto en 57 calles de la ciudad, labores que se prolongarán unos 15 días más. Así pues, en algunas de ellas se restringirá el paso de noche para facilitar que se asienten los materiales.

En cuanto al transporte público de la ciudad, Rober reforzará a partir de hoy algunas líneas, si bien el servicio no adoptará el horario y la frecuencia habituales hasta finales de mes.

Resurgen las quejas por «las prisas» y el inicio simultáneo de las reformas

La cita electoral está cerca y «canta demasiado», en opinión de algunos sectores sociales de la ciudad. Lo cierto es que la aprobación de proyectos e inicio de obras en la capital granadina ha alcanzado un ritmo vertiginoso en los últimos dos años.

Tan es así, que la aceleración de los trabajos y las ejecuciones paraleras han dado lugar a un aluvión de quejas por las dificultades que cualquier reforma entraña, sobre todo, si afecta a las principales arterias y pulmones circulatorios de la ciudad.

Entre los más críticos con la gestión urbanística del PP se encuentra el grupo municipal socialista. Su portavoz, José María Rueda, atribuye directamente «las prisas» aplicadas en la realización de las obras a la «actitud electoralista» del alcalde José Torres Hurtado.

A él le acusa de actuar al compás de una «campaña de imagen» basada en las inauguraciones y de dar la espalda a los principales problemas de la ciudad.

Por otra parte, la paciencia de los vecinos de las calles tomadas por las máquinas también se agota. Así lo han manifestado los residentes del distrito Beiro, Pajaritos, Triunfo o Constitución,que sufren a diario el colapso de la zona.

Sigue levantada...

Gran Vía: El plazo de finalización de los trabajos, previsto para septiembre, se retrasa. Continúa con un carril por sentido y están cortadas las salidas de algunas calles perpendiculares.

Avenida de la Constitución: Las aceras de ambos laterales están prácticamente levantadas. Hay un carril por sentido y para llegar a la calle Marín Ocete desde la Caleta hay que desviarse por los Pajaritos.

Severo Ochoa y avenida de Madrid: Sólo hay un carril de subida que absorbe el tráfico privado y público que va tanto hacia la avenida de Madrid como hacia Constitución al suprimirse el acceso ascendente desde Marín Ocete.

Avenida de Andalucía: Debido a las obras del túnel, se mantiene la bifurcación con sus dos ramales: uno conduce a la carretera de Málaga y el otro hacia el Camino de Ronda, Chana y Caleta.

Calle Molinos: La tercera fase de la reforma ya ha comenzado, por lo que se mantiene el trayecto alternativo diseñado para la circulación en el Realejo.

En el Zaidín: Por ahora, queda suprimido parte de uno de los carriles de la avenida de Cádiz (en dirección al río). Mientras, la calzada de la carretera de Armilla se estrecha en varios puntos para las obras de la mediana.

Y a partir de hoy...: En obras las calles Marqués Don Gonzalo, Infanta Beatriz, Santa Rita, Tomás de Villanueva, Santa Fe y Santisteban Márquez, entre otras, debido a la renovación del asfalto.

¿Cómo ha hallado la ciudad a la vuelta?

Víctor Chaves. 38 años. «Todavía no hay buses escolares, cuando empiece el curso será peor. No se pueden hacer tres obras a la vez como Gran Vía, Constitución y las del túnel. Es un caos».

Mª José Cano. 21 años. «Vivo al final del Camino de Ronda, en la calle Francisco Pradilla, y no se puede cruzar por las obras. Además han quitado las farolas y por la noche da mucho miedo».

José A. Pérez. 56 años. «Está igual de mal que cuando nos fuimos. El tráfico aún se soporta, pero cuando vuelva todo el mundo será otra cosa. El fin de las obras espero que se note en algo».

Sensi Sevilla. 38 años. «Fatal. Mi casa está junto a Cervezas Alhambra y tengo que ir hasta Tráfico o a la avenida de Pulianas para poder ir a cualquier sitio. Es un quebradero de cabeza».

Manuel López. 37 años. «No he tenido vacaciones, así que la he visto igual, pero creo que tenemos que tener un poco de paciencia con las obras porque van a beneficiarnos a todos al final».

Esperanza Moyá. 37 años. «Está patas arriba. Vivo en el Albaicín y no cojo el coche, pero veo a diario cómo marcha lo de Gran Vía. Para los que usamos el transporte público ha sido un desastre».

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