Los buses urbanos fueron regular en agosto y ahora irán todavía peor

En las líneas del centro. Las obras reducen el ritmo de la circulación y obligan a cambiar itinerarios, y los autobuses urbanos lo notan.
Los conductores de Tuzsa abordan el mes de septiembre con preocupación por el tráfico que se avecina. «Si en agosto había muchos menos usuarios y el servicio no ha ido muy bien, no queremos imaginar cómo será septiembre», explican.

Los conductores creen que mientras duren las obras de Echegaray y Caballero, los atascos en César Augusto, Don Jaime, Coso y plaza España continuarán, por lo que la mayoría de las líneas de bus, que pasan por esta zona del centro de la ciudad, se verán afectadas y no podrán cumplir las frecuencias.

«Cualquier pequeña obra nos afecta porque en cuanto cortan un carril, el tráfico es menos fluido», añaden. Por eso, las reparaciones de tuberías en Delicias o las reformas del Camino del Pilón también influyen en el bus. Los autobuses que pasan por el puente de La Almozara (20 y 42) son los que más han notado los atascos por las obras de Ranillas, pese a que ya funciona toda la flota. Los conductores piden a los ciudadanos que no cojan el coche para que la circulación sea más fluida.

 La Margen Izquierda, aislada

Los 140.000 habitantes de la Margen Izquierda son los que peor llevan las obras, ya que afectan a todos los accesos al centro de la ciudad. A los atascos en Coso o Don Jaime si deciden cruzar el Ebro por el puente de Hierro o el de Piedra se suman las retenciones en el puente de La Almozara por la construcción de la rotonda de Ranillas.

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