La Xunta y las administraciones locales lograron solventar de forma provisional el problema abasteciendo a estos municipios mediante camiones cisterna. Además de esta medida de urgencia, cerca de 40 máquinas trabajan ya en la construcción de una canalización que llevará el agua desde Caldas hasta los demás concellos de la zona. Según el Gobierno gallego, este canal podría llegar mañana a Vilagarcía.

Bajo control

Los técnicos han logrado bloquear el avance de la mancha y tratan de disolverla in situ. Desde la Xunta aseguran que «todo va razonablemente bien».

«Que lo abran todo»

Tras confirmarse ayer que no existe ningún nivel de toxicidad en las aguas del Umia, el alcalde de Vilanova de Arousa fue uno de los primeros en reaccionar. «Que se abra todo», ordenó en referencia conexiones que proporcionan agua a  O Salnés desde Puentearnelas. No obstante, añadió con cautela que «sólo queda esperar y que Dios reparta suerte».