(Tras una breve pausa de sorpresa.) Pues me quedé alucinado. Ahora nos tocará a los profesores explicar esto a los chavales.

Lo decía porque lo de Plutón ha pasado por pequeño, y me pregunto si esto le puede ocurrir algún día a Sant Adrià y deje de ser municipio.

Ja, ja. Es verdad que hay gente que no entiende qué pinta Sant Adrià, pero aquellas anexiones de hace un siglo son hoy totalmente imposibles.

Han pasado dos años desde la celebración del Fòrum. ¿Realmente se ha notado en Sant Adrià su impacto?

Sí, es una realidad y nadie en Sant Adrià creo que tenga una opinión distinta. El Fòrum ha cambiado el litoral y ha dado posibilidades a barrios marginales que no tenían ninguna. Por ejemplo, antes se creía imposible hacer algo de calidad al lado de La Mina. Hoy se están construyendo pisos y los de La Mina se han revalorizado. La gente empieza a tener patrimonio y futuro.

Pero se critica que los pisos son muy caros…

Sí, pero el mercado es así, y ante eso las administraciones lo que tenemos que hacer es preocuparnos por tener una política que garantice suficiente vivienda pública para la juventud.

¿Qué es lo que más le gusta de lo que ha dejado el Fòrum?

Lo que no se ve, las entrañas, la depuradora, el tratamiento de residuos…Se inventó para eso.

¿Y algo que no le haya gustado?

El Fòrum fue increíble, pero ne me gustaron ciertos pijismos estratosféricos por parte de un sector de su gestión.

¿Cree que algún día veremos totalmente rehabilitada La Mina?

Es imparable desde que cerramos filas todas las administraciones y dejamos de lado los intereses políticos. La Mina no es una cuestión de política, sino de convencimiento y de ideales. La gente de La Mina estaba acostumbrada a vivir allí y no salir. Ahora van al centro comercial de Diagonal Mar y ha dejado de ser un gueto.

¿Se presenta a la reelección?

Me hubiese gustado no presentarme después de diez años, pero por otro lado soy muy feliz, porque salgo a la calle y hablo con la gente. Me pegan la bronca pero me dan otra oportunidad, y eso es vital para un político. Vaya, que ojalá mi partido me pida que siga una legislatura más.

¿Por qué le gustaría ser recordado como alcalde de Sant Adrià?

Como una persona que ha intentado trasladar la política a un nivel de normalidad total, entendiendo que un político no deja de ser un ciudadano que durante una cierta etapa de su vida ha tenido unas responsabilidades extras. Por ahora tengo la suerte de tener poca gente que me evita el saludo, y esa es la mejor encuesta.

Algo que borraría de sus diez años en la alcaldía...

El ego. La política genera un ego complicado que a veces te hace vivir en unos estados energéticos no reales, y te hace pensar que estás en un nivel superior. He intentado combatirlo, pero a veces lo he padecido y me he cabreado después.

¿Qué es más difícil, ser alcalde o profesor de Matemáticas?

Alcalde. En la clase me lo paso pipa.

¿Es de los que catea mucho?

No. Un cinco es una oportunidad. El cuatro ya te lo dará la vida.