Se entregó el presunto colaboracionista de la policía israelí que amenazaba con suicidarse

Las claves:
  • Es el palestino Nadim Injahz, de 28 años.
  • Se encerró en la embajada del Reino Unido a punta de revólver exigiendo refugio político.
  • Intimidó a los guardianes de esa sede con una pistola de juguete.
El palestino Nadim Injahz, tras ser reducido por fuerzas de élite de la policía israelí, en la embajada británica en Tel Aviv. Gil Cohen Magen / REUTERS
El palestino Nadim Injahz, tras ser reducido por fuerzas de élite de la policía israelí, en la embajada británica en Tel Aviv. Gil Cohen Magen / REUTERS
Gil Cohen Magen / REUTERS
El palestino Nadim Injahz, tras ser reducido por fuerzas de élite de la policía israelí, en la embajada británica en Tel Aviv. Gil Cohen Magen / REUTERS

El palestino Nadim Injahz, de 28 años, presunto colaboracionista de la policía israelí, fue detenido en la embajada del Reino Unido, a donde había entrado a mediodía de ayer a punta de revólver exigiendo refugio político.

Fuerzas policiales de élite, que lo apresaron después de más de diez horas de negociaciones para que se rindiera, dijeron que el intruso, que amenazó con suicidarse si no era satisfecha su demanda, intimidó a los guardianes de esa sede con una pistola de juguete.

Injahz, de la ciudad cisjordana de Ramala, dijo a los periodistas que era colaboracionista del los Servicios Secretos israelíes (Shin Bet a Shabak), que operan en los territorio palestinos y dentro de Israel, cuyas autoridades lo negaron.

Portvaoces de la policía no reconocieron abiertamente que era su colaboracionista pero sí tener "relaciones" con Injahz.

Antes de introducirse en la embajada británica, había confiado a periodistas israelíes que "estaba entre la espada y la pared" pues no lo dejaban residir en Israel, y en Ramala amenazan con matarlo por traición las facciones palestinas, a menos que atacara un objetivo israelí, "como matar a algún colono".

Un tribunal israelí, informó esta noche la radio pública, rechazó una petición de Injahz para regularizar su situación pues reside en forma ilegal en Israel.

"Yo no quiero matar a nadie, sólo quiero marcharme y vivir en paz en otro lugar", dijo el colaboracionista a representantes de la prensa israelí.

Los milicianos palestinos en Ramala "me dijeron que si deseo volver y lavar mi honor, sólo lo conseguiré matando a colonos judíos, y por tanto no tengo nada que perder", les agregó antes de irrumpir en la embajada.

Gran cantidad de efectivos de la seguridad israelí tuvieron cercada la sede diplomática, de la que fueron evacuados los diplomáticos, desde primeras horas de la tarde hasta esta noche.

"Se trata de un colaboracionista desilusionado que quiere abandonar el país", explicó a los periodistas el jefe de policía del distrito de Tel Aviv, David Tsur.

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