La magitrada presidenta del tribunal popular constitutido en la Audiencia Provincial de Valencia ha decidido disolver de forma anticipada el jurado, que este lunes debía empezar a juzgar a un hombre acusado de un doble asesinato, robo y lesiones, por falta de pruebas de cargo. Los hechos se remontan a 1997 y todas las pruebas e informes fueron destruidos, según ha reconocido la fiscal. La jueza ha tomado esta decisión a instancias del abogado defensor que durante las conclusiones ha citado el artículo 49 de la Ley del Jurado para solicitar la disolución.

La única prueba existente es la declaración de un testigo, que a pesar de que existe en vigor una orden de localización y puesta a disposición de la justicia, no ha dado resultado. Por tanto, sin ese testigo (que intervino en el juicio celebrado hace 13 años, en el que fue absuelto otro hombre acusado por los mismos hechos), el jurado no tiene ningún elemento a valorar para poder emitir un veredicto, según han coincidido ambas partes.

El testigo al que han hecho referencia tanto la fiscal como el letrado defensor es un indigente que informó a la Policía del asesinato cuando estaba a punto de se expulsado de España por su situación irregular. En su momento dijo que escuchó a dos rusos jactarse de que habían cometido un robo y un asesinato en Valencia.

Sin embargo, el abogado defensor le ha quitado importancia al hecho de que este lunes no declarara ante el tribunal este testigo porque "ha realizado cinco declaraciones y en cada una decía una cosa diferente".

El ministerio público solicitaba una condena de 50 años para el acusado por dos delitos de asesinato (20 años cada uno), robo (cinco años) y lesiones (cinco años). Durante sus conclusiones ha reconocido ante los miembros del jurado que "no hay prueba suficiente para probar la culpabilidad del acusado". De todas formas ha señalado que tiene "la íntima convicción y la certeza personal" de que el acusado es el autor de los hechos.

El otro acusado fue absuelto en 1999

Por su parte, el abogado defensor ha recordado que en 1999 ya se juzgó a otro de los acusados y "fue absuelto cuando estaban todas las pruebas". "Hoy hubiera sido absuelto por goleada porque no hay ninguna", ha indicado.

En este sentido ha solicitado la disolución anticipada del jurado porque "no hay prueba de cargo alguna para fundamentar una condena. Se solicita la absolución por la falta de pruebas". La juez ha aceptado la petición del letrado, ha disuelto el jurado "porque una de sus funciones es valorar las pruebas y, como no existe ninguna, difícilmente podrán valorar nada". Posteriormente ha dejado el juicio visto para sentencia.

"absolutamente inocente"

El acusado se ha declarado "absolutamente inocente". "Yo no tendría que estar aquí. Me siento mal por lo que les pasó a las dos víctimas", ha indicado. Además ha reconocido que para él, el anciano asesinado "era como un Dios porque me ayudó en todo".

El acusado incluso ha llegado a decir que el anciano "tenía un amante árabe y me dijo que lo quería matar". "Con todo esto me han destruido la vida. No me pueden acusar de ser culpable solo por el hecho de conocer la víctima", ha finalizado.

Los hechos se remontan a enero de 1997 en un chalet de Calicanto (Chiva). Las calificaciones de la Fiscalía recogen que la víctima de 70 años reclutaba a gente necesitada en las inmediaciones de la Casa de la Caridad de Valencia para que realizaran trabajos de jardinería y albañilería. Un día invitó a los dos acusados junto a otro joven alemán. Los dos hombres aprovecharon que el joven se marchó a por bebida para tratar de robar en la vivienda.

Para lograr que el anciano les diera lo que tuviera de valor en la vivienda le asestaron cinco puñaladas y le quemaron con cuchillos calientes. Como no reveló donde estaba el dinero le clavaron un destornillador repetidamente hasta que le dieron muerte tras clavárselo en la cabeza.

Justo en ese momento regresó el joven y recibió 12 puñaladas con cuatro cuchillos de cocina diferentes que le lesionaron órganos vitales y le produjeron la muerte.