Miles de personas asisten este lunes en San Román de la Llanilla a la fiesta de la Virgen del Mar, patrona de Santander, que ha comenzado poco antes de las once de la mañana con una procesión en la que han participado el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y el presidente de Cantabria, Ignacio Diego.

De la Serna ha destacado la "gran tradición" y la "historia" que representa para la ciudad esta fiesta, que se remonta a hace más de 600 años, cuando apareció flotando la talla de madera de la Virgen y se construyó el santuario, alrededor del año 1.400.

En declaraciones a la prensa antes de participar en el tradicional traslado de la talla de la Virgen del Mar, desde la iglesia de San Román de la Llanilla hasta la ermita que lleva su nombre, De la Serna ha destacado el hecho de que este año la Virgen del Mar sea fiesta local en Santander, algo que hizo posible el Gobierno regional al designar el día de Santiago Apostol -25 de julio- como festividad regional.

Un hecho que, según ha dicho, unido al buen tiempo, hace previsible que la participación en los actos festivos que se celebran en San Román de la Llanilla estén muy concurridos y sean muchas las personas que participen tanto en la procesión como en la misa y en el cocido montañés posterior.

La misa se ha celebrado a la 12.00 horas por el Obispo de Santander, Vicente Jiménez, y durante la misma, y como es tradición la Corporación municipal y el Cabildo Catedralicio proceden a renovar su votos.

Finalizada la misa se canta el himno a la Virgen del Mar, que da paso a la procesión alrededor de la ermita, con una ofrenda floral a la Virgen y la actuación del Coro Ronda La Encina.

Los actos finalizarán con una degustación de cocido montañés, ofrecida por el Ayuntamiento de Santander, rememorando la tradición de compartirlo con los romeros que acudían para celebrar el Voto a la Virgen del Mar.

Además del presidente, el alcalde y miembros de la Corporación municipal, ha asistido a los actos el secretario general del PRC y expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.

La leyenda de la virgen del mar

Según ha recordado el alcalde, la leyenda más persistente asegura que la talla de madera de la virgen, gótica de finales del siglo XIII, principios del XIV, apareció flotando sobre una tabla entre las rocas de la costa, procedente de alguna nave hundida.

Cuando apareció, los vecinos quisieron hacerla un santuario en Rostrío, pero según otra leyenda los materiales de la obra aparecían por la noche en la isla en la que finalmente se construyó la ermita.

En cuanto al origen del voto del Ayuntamiento y el Cabildo Catedralicio a la Virgen, hay una escritura del año 1467 en la que ya se habla del cumplimiento del voto.

Hay otro documento del año 1535 en el que se recoge el cumplimiento del voto y la costumbre de la Corporación de ofrecer ese día una comida a todos los vecinos de la villa. Por eso, el Ayuntamiento ofrece hoy un cocido a quienes van a participar de esta fiesta

A lo largo de la historia en múltiples ocasiones se ha recurrido a esta Virgen para que intercediera ante situación que asolaban la ciudad:

En diciembre de 1596 Santander padeció una epidemia de peste muy grave, que trajo un barco holandés procedente de Flandes. Para evitar el contagio, el Ayuntamiento pone todos sus medios al alcance: médicos, cirujanos, cierra las puertas de las murallas, manda regar calles con vinagre, hace rogativas, pero a la vista del poco éxito, se decide ir a por la Virgen del Mar y traerla de la ermita a la Iglesia Mayor. A finales de mayo de 1597, la epidemia desaparece.

En 1848 la ciudad padeció una importante sequía que dañó todas las cosechas en la provincia y se decidió hacer una rogativa a la Virgen. Ese mismo día comenzó a llover a raudales.