El fiscal sostiene que los acusados de agredir a ultraderechistas actuaron con unidad de acción

La Fiscalía de Málaga ha mantenido este jueves la acusación y la pena solicitada para 15 jóvenes procesados por pertenecer a un grupo radical de izquierdas y presuntamente agredir a jóvenes de ultraderecha en el Paseo de los Curas de la capital el 8 de febrero de 2009, al considerar que actuaron en unidad de acción, con motivo de la distinta ideología, y formando parte de una asociación de carácter ilícito.

La Fiscalía de Málaga ha mantenido este jueves la acusación y la pena solicitada para 15 jóvenes procesados por pertenecer a un grupo radical de izquierdas y presuntamente agredir a jóvenes de ultraderecha en el Paseo de los Curas de la capital el 8 de febrero de 2009, al considerar que actuaron en unidad de acción, con motivo de la distinta ideología, y formando parte de una asociación de carácter ilícito.

El ministerio público acusa a los jóvenes como pertenecientes al colectivo Red Skin por un delito de asociación ilícita, por el que pide para los dos supuestos cabecillas tres años de prisión y dos años para el resto; y por dos delitos de lesiones, por los que solicita se imponga a cada procesado ocho años de cárcel en total, 10 para uno de ellos. Además, les acusa por faltas de lesiones, maltrato y daño y a uno, por un delito de daños.

La fiscal del caso, juzgado en la Sección Primera de la Audiencia de Málaga, ha indicado que se ha acreditado que existe un estructura organizativa, recordando que los investigadores situaron a dos de los acusados como responsables del grupo; y ha apuntado que se dan los requisitos para esta catalogación, como la permanencia en el tiempo y la existencia de asambleas y apuntes de la organización, según la documentación intervenida a uno de ellos.

En este sentido, la acusación pública ha apuntado que también se intervino material con eslóganes o leyendas contra los nazis y ha señalado que la finalidad es realizar "ataques sistemáticos a los que consideran de ideología contraria", los Skin Head, apuntando que "no eran ataques fortuitos, sino que existe una unidad de acción" en los acusados. Estos fines, ha dicho, también se extrae de detenciones anteriores de algunos de los jóvenes.

Asimismo, el ministerio fiscal ha analizado el reconocimiento de parte de los acusados realizado por algunas de las víctimas, tanto en la instrucción como en el juicio, celebrado esta semana, y la existencia de mensajes de textos entre acusados. Además, ha señalado que el delito de lesiones se considera agravado por la supuesta utilización "de medios muy peligrosos" como puños americanos, bates de béisbol y botellas.

Alternativamente, para el caso en el que el Tribunal condenara únicamente por los delitos de lesiones y no por el de asociación ilícita, la fiscal ha pedido que se aplique la agravante de cometer el delito por motivos racistas u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, al incidir en que "la única motivación fue la distinta ideología" de los perjudicados.

DEFENSAS

Por su parte, las defensas han solicitado la absolución de sus clientes y han incidido en la falta de investigación y en los errores producidos. Han hecho hincapié especialmente en la identificación de sus defendidos, indicando que no hay más prueba de acusación que la denuncia presentada por uno de los perjudicados, "que la Policía cataloga como integrante de los Skin Head", ya que en el momento de los hechos no se detuvo a nadie.

Según ha indicado uno de los letrados, ese denunciante identificó a nueve personas cuatro horas después de unos hechos que sucedieron "en pocos minutos" y de cuatro de ellos dio datos personales, como el domicilio, señalando que ya habían tenido problemas previos. También ha recordado a la Sala que el instructor de la investigación llegó a reconocer en el plenario la existencia de una carpeta con el nombre de los Red Skin, aunque matizó que sólo era de trabajo.

A esto ha sumado que ese denunciante identificó a un joven como que le había intentado apuñalar, incriminación que mantuvo durante meses, según el abogado, quien ha apuntado que finalmente se confirmó que en ese momento estaba en la cárcel, con lo que era "científicamente imposible" que participara en los hechos. En este punto, ha considerado que se debería deducir testimonio por la imputación que mantuvo.

Con todo esto, las defensas han sostenido que hay motivos espurios en la identificación realizada por parte de este denunciante, que, como ha recordado el letrado, no pudo concretar quién le agredió a él; añadiendo que esto ha contaminado al resto de los jóvenes, amigos de éste, que también realizaron una identificación de los presuntos autores. De hecho, una víctima admitió en el juicio que sus amigos le enseñaron fotografías.

Los acusados negaron en el juicio que pertenecieran a un movimiento llamado Red Skin, que sólo conocen como grupo o movimiento musical, y que no han intervenido en reuniones de este colectivo. Además, dijeron que no estuvieron en el Paseo de los Curas de la capital la noche en la que ocurrió el altercado con el otro grupo, sino que cada uno estaba en un lugar distinto a ese.

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