Diez años después de la muerte de Adolfo Marsillach (Barcelona, 1928 - Madrid, 2002), la directora Mercedes Lezcano rinde homenaje al dramaturgo con el 'Extraño anuncio', una obra que se adentra en sus "sentimientos" y "filosofía de vida" a través de un "juego" que investiga en la "inconsciencia de la realidad" entre el sueño y la vigilia y se cuestiona si estamos vivos o muertos.

La obra, que estará en el Teatre El Musical (TEM) del 23 al 27 de mayo, presenta al "más puro Marsillach" en un divertido espectáculo que se mueve entre la intriga, el suspense y el humor elegante con un reparto encabezado por Manuel Galiana, Ana María Barbany, José Carabias y Mónica Aragón, que este martes han estado en el teatro valenciano para hablar sobre esta producción de Metrópolis Teatro, estrenada hace apenas unos meses en Madrid.

La trama arranca con una historia que puede pasarnos a todos para entrar en "un juego, una vorágine, una locura, una pesadilla" que sumerge al espectador en la intriga de no saber si está despierto o dormido, vivo o muerto, y le hace pensar, pero eso sí, con sentido del humor, ha explicado Barbany.

Así, la pieza investiga sobre la inconsistencia de la realidad, moviéndose en un terreno pantanoso que oscila entre la vigilia y el sueño; en el tiempo como engaño perceptivo. Nos pregunta: ¿únicamente recordamos el pasado o somos capaces de recordar el futuro? e intenta averiguar si lo real es realmente real, si somos actores o público, si observadores u observados.

Para la intérprete, que tuvo la oportunidad de trabajar con el autor en varias ocasiones, esta pieza descubre al "más puro Marsillach" y se adentra en su faceta más personal, en lo "sentía como ser humano".

En este sentido, la directora del montaje ha querido ser "muy fiel" al original y hacer "guiños" a su modo de pensar, desde la "responsabilidad" que supone enfrentarse a un texto, —en palabras de Lezcano—, tan: "singular, atrevido, inquietante, desconcertante y poco frecuente en nuestros escenarios".

'Extraño anuncio' es un "teatro imaginativo, complejo, sin explicaciones realistas", con el que Marsillach intenta averiguar el hecho misterioso y apasionante de saber si estamos vivos o muertos, ha resaltado. A través del engranaje de una "carpintería teatral muy elaborada", se mueve en el terreno del suspense, la duda salpicada de ironía y un humor elegante con el que "el autor nos envuelve y arrastra, inquietándonos, y dejándonos a nosotros el hallazgo de la respuesta".

Según palabras del propio autor, "una obra de teatro no existe como tal hasta que se estrena. Mientras, debe conformarse con pertenecer —si se publica— a la literatura dramática. Es lógico y comprensible que los autores aspiren a ver representados sus textos, aunque dicha aspiración esté cargada de peligros". Sin embargo, Marsillach no pudo saborear esta sensación con su 'Extraño anuncio'.

Fallecido en 2002, no llegó a verla encima de los escenarios y ahora, diez años después de su adiós, Metrópolis se atreve con este texto que se mueve en el doble juego entre la realidad y la irrealidad.