Los empresarios de Valdepeñas (Ciudad Real) se dan de baja en CEOE-CEPYME 48 horas antes de la asamblea extraordinaria

La Federación de Empresarios de Valdepeñas y del Campo de Montiel (FECEVAL) ha hecho oficial este lunes su desvinculación de la CEOE-CEPYME de Ciudad Real.

La Federación de Empresarios de Valdepeñas y del Campo de Montiel (FECEVAL) ha hecho oficial este lunes su desvinculación de la CEOE-CEPYME de Ciudad Real.

Así lo ha confirmado a Europa Press Luis Miguel Molina, presidente de FECEVAL, quien ha confirmado que la organización ha trasladado a la organización provincial la decisión de la asamblea de salirse de la patronal ciudadrealeña, tomada el pasado día 15 de mayo.

Esta notificación se produce 48 horas antes de que, el próximo miércoles, día 23 de mayo, CEOE-CEPYME celebre una asamblea extraordinaria tras la dimisión de su actual presidente, ahora en funciones, Antonio Sánchez Migallón, sin que nadie presentara su candidatura tras abrirse el correspondiente proceso electoral.

Molina ha indicado que FECEVAL —la primera territorial de la provincia por número de afiliados, 600, y por poblaciones integradas, 23— volverá a gestionarse de manera individual, tal como había ocurrido hasta 1999, cuando se integró en CEOE-CEPYME.

Molina ha recordado que la actual situación económica de CEOE-CEPYME está llevando a una "ineficacia" que no quieren que se traslade a FECEVAL, a la que, según ha explicado, también se van a unir los empresarios de La Solana, unos 200.

Ha confirmado que FECEVAL como tal, no asistirá a la asamblea provincial del miércoles, aunque asistirán algunos de sus asociados pertenecientes a organizaciones sectoriales.

En esta asamblea, ante la situación de la organización, se podría estudiar la creación de una gestora para CEOE-CEPYME, aunque no se descartan la solicitud de un concurso de acreedores o la propia desaparición.

La crisis de CEOE-CEPYME, que tiene 6 millones de deuda y un agujero patrimonial de más de 2 millones, se agravó con la dimisión de Antonio Sánchez Migallón —que ha permanecido seis meses en el puesto— ante la falta de apoyo de los bancos para su plan de viabilidad y, por el hecho de que, cerrado el plazo el pasado viernes, ningún empresario optara a sustituirle en el proceso electoral que se abrió.

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