La fiscal dice que el acusado del crimen de Lekunberri "fue perfectamente consciente de lo que hizo"

La fiscal del juicio por la muerte del joven guipuzcoano a la salida de una discoteca de Lekunberri en enero de 2010 ha sostenido que el acusado fue "perfectamente consciente de lo que hizo" y ha asegurado además que "no ha mostrado ninguna señal de culpabilidad y arrepentimiento".

La fiscal del juicio por la muerte del joven guipuzcoano a la salida de una discoteca de Lekunberri en enero de 2010 ha sostenido que el acusado fue "perfectamente consciente de lo que hizo" y ha asegurado además que "no ha mostrado ninguna señal de culpabilidad y arrepentimiento".

En la primera sesión del juicio por el fallecimiento de Asier Lavandera, que se celebra desde este lunes en Pamplona, la representante del Ministerio Fiscal ha pedido a los miembros del jurado, cinco mujeres y cuatro hombres, que a lo largo de la vista oral "tengan presente a la víctima", un joven de 21 años que "tenía toda la vida por delante". Les ha pedido además que "sean pacientes y presten atención".

Los hechos en los que murió Lavandera tuvieron lugar antes de las 7 horas del 16 de enero de 2010 en el aparcamiento de una discoteca en Lekunberri. El joven donostiarra recibió hasta cinco puñaladas y murió a las 9.10 horas en el Hospital de Navarra, en Pamplona.

La fiscal solicita 14 años y seis meses de prisión y 200.000 euros de indemnización para el acusado de matar al joven guipuzcoano por un delito de homicidio, mientras que la acusación particular solicita 25 años de prisión y 300.000 euros de indemnización por asesinato. La defensa, por su parte, pide dos años y seis meses de prisión y el internamiento del acusado en un centro educativo especial.

Dirigiéndose a los miembros del jurado, la representante del Ministerio Público ha asegurado que existen "pruebas sólidas y suficientes para que se dicte una sentencia condenatoria" contra el acusado, quien ha permanecido a lo largo de la exposición de las partes personadas cabizbajo y con semblante serio.

La fiscal ha sostenido que el acusado, S.F.R.S., "fue permanentemente consciente de lo que hizo" y ha remarcado que "le asestó los navajazos que acabaron con la vida de Lavandera con sangre fría". Además, ha recalcado que el procesado "lo único que ha reconocido es que le asestó los navajazos, pero porque iba a ser descubierto sí o sí por parte de los Cuerpos policiales".

"Tenía manchas de sangre en el pantalón y las zapatillas, además de la navaja guardada en los calzoncillos. Huyó del lugar de los hechos, le paró la Policía y no dijo nada. Cuando se le imputó fue cuando dijo parte con una versión absolutamente irreal para obtener el máximo beneficio posible en su condena" ha agregado.

Acusación particular

En este sentido, la abogada de la acusación particular ha relatado que Asier Lavandera vivía en San Sebastián con sus padres y que tenía novia. Ha destacado que acababa de firmar un contrato de trabajo indefinido, por lo que "la vida le sonreía de no haber sido por los sucesos que ocurrieron la madrugada del 16 de enero".

En este sentido, la letrada ha defendido que el día de los hechos, "sin mediar ningún otro tipo de incidente", el acusado y un amigo se dirigieron hacia la víctima, que se encontraba también con varios amigos a la salida de la discoteca, sin que éste "provocara en ningún momento" al procesado que "sacó una navaja de gran tamaño".

En un primer momento, ha expuesto, no se dirigió contra Lavandera, sino contra su amigo, que "logró huir". Fue entonces cuando le asestó tres puñaladas al joven guipuzcoano, una de las cuales le perforó el pulmón. Sin embargo, "y no contento todavía", el acusado "continuó tras la víctima que intentó huir aunque estaba herido de muerte".

"El acusado le siguió sin piedad por los alrededores de la discoteca, la víctima se tropezó, se cayó, y el procesado aprovechó para darle otras dos puñaladas", ha explicado la abogada de la acusación particular, quien ha remarcado que "el único incidente que hubo es éste y no lo protagonizó Asier".

La defensa pide la suspensión de la vista

Por su parte, el abogado defensor ha pedido la suspensión de la vista oral al entender que "se ha vulnerado el derecho fundamental de defensa del acusado". Según ha dicho, la defensa pidió una prueba pericial psiquiátrica, que fue admitida, aunque, según los peritos asignados, "no ha sido posible la realización por la falta de colaboración de mi cliente".

Por ello, y ante la falta de esta prueba "fundamental", el letrado ha pedido la suspensión de la vista hasta que se realice. "Es evidente que hay muchísima gente internada en los psiquiátricos que no colaboran, pero no obstante los psiquiatras encargados hacen un informe en debida forma", ha afirmado, para señalar que su cliente "sí que habló con los peritos".

Tanto la fiscal como la abogada de la acusación particular se han mostrado contrarias a la suspensión de la vista y han argumentado que "la prueba se ha realizado conforme a derecho y con todas las garantías legales y procesales". "La defensa puede no estar conforme con el contenido del informe, pero se ha realizado conforme a derecho", ha asegurado la representante del Ministerio Público.

El abogado de la defensa ha sostenido que su defendido "no persiguió a la víctima en ningún momento" y aunque ha reconocido que es cierto que el acusado "le clavó la navaja" ha asegurado que "fueron cinco veces seguidas, no hubo persecución". "Mi defendido, que por suerte o por desgracia es muy hábil con la navaja, no buscó causar sufrimiento a la víctima", ha asegurado.

Ha relatado que el acusado padece "un trastorno de personalidad" que "se va a demostrar", además de "cierto retraso, comportamiento infantil, dificultades a nivel racional y que necesita un acompañamiento continuo". Asimismo, ha resaltado que la noche de los hechos su defendido "había bebido bastante" y que la víctima "provocó al acusado agrediéndole previamente".

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