Born to run lanzó al ruedo rockero a Bruce Springsteen hace ya cuatro décadas. Desde entonces, no ha parado de recorrer escenarios con su guitarra y su banda. Y de un tiempo a esta parte, de llenar estadios. En Barcelona lo hizo anoche en Montjuïc. Este viernes repite ante sus fieles e incondicionales, una legión, con entradas aún a la venta.

Parece mentira que con este currículo, aquel joven de Nueva Jersey que fue tuviera que pelear duro con su padre para que le dejara tocar la guitarra. Un instrumento que le ha convertido en leyenda viva de la música.

17 discos, 250 canciones y más de 120 millones de copias vendidas en el mundo son las cifras que mueve este líder, el Boss, el Jefe. A sus 62 años, sigue en plena forma creativa y encara giras maratonianas como la que inició el pasado sábado en Sevilla.

Allí, ante los periodistas, no tuvo que bajar del Olimpo al que aún no ha subido a pesar del éxito planetario. Conocedor de las dificultades por las que pasa España, insufló ánimos ante la "verdadera depresión" en la que nos encontramos. El pasado domingo actuó en el Estadio Olímpico de la capital andaluza.

El nombre de su último disco, Wrecking Ball, es una declaración social de intenciones. Hace referencia a las bolas de demolición que se usan para derribar edificios. Una muestra de ira, metafóricamente hablando, contra los políticos y los financieros que nos gobiernan. En los conciertos de este tour español hay una ausencia destacada dentro de la banda que siempre acompaña a Springsteen, la E Street Band. La muerte del saxofonista Clarence Clemons la tapa en parte su sobrino, Jake Clemons, de 36 años.

*Estadi Olímpic de Montjuïc. Este viernes a partir de las 21.00 horas. Precio de las entradas: de 73 a 93 euros. Más información en la página web www.doctormusic.com.