Las ingeniosas y trabajadas tramas de muchos videojuegos superan con creces los argumentos de un gran número de películas. No es de extrañar que la industria cinematográfica encuentre en ellos una buena fuente de inspiración.

Concretamente, en el género de terror son numerosas las adaptaciones realizadas, con títulos como Alone in the Dark, Resident Evil o House of Dead. Ahora le llega el turno a otro clásico: Silent Hill.

Una niña padece una extraña enfermedad sin cura. Su madre se resiste a dar por perdida a la pequeña y decide viajar hacia el lugar que puede tener la respuesta al enigma: Silent Hill. Se trata de una localidad que la joven menciona constantemente en sueños.

La llegada al pueblo se complica con un accidente y la niña desaparece. La película se convierte en una desesperada y peligrosa búsqueda a través de un pueblo con un terrorífico pasado que trata de salir a la luz.

Dificultades iniciales

Pese a que los productores y el director francés Cristophe Gans (autor de El pacto de los lobos) estaban muy interesados en esta adaptación, el fabricante del videojuego, Konami, no estaba muy convencido.

Además, pronto surgieron varias ofertas desde Hollywood para comprar los derechos. La multinacional japonesa sólo cedió cuando Gans les mostró un vídeo de treinta minutos en el que les enseñaba su idea de la adaptación.

Por otro lado, el reparto está encabezado por Radha Mitchell, de Descubriendo Nunca Jamás, y Sean Bean, popular por su Boromir de El señor de los anillos.

* Canadá-Francia-Japón, 2006. Dir.: Cristophe Gans. Int.: Radha Mitchell, Sean Bean. Dur.: 127 min.

EL MIEDO TIENE DOMICILIO

El cine ha retratado durante años lugares, casas y pueblos con vistas al mismísimo infierno. Éstos son algunos de ellos.

‘Pesadilla en elm street’ (1984). Wes Craven ideó una terrorífica calle en la que se desenvolvía a sus anchas Freddy Krueger, el maléfico personaje que asesinaba a sus víctimas en sueños.

‘Terror en amityville’ (2005). En realidad, la espeluznante casa colonial situada a la vera del río de Long Island la creó en 1979 Stuart Rosenberg. Un lugar de ensueño que se torna en pesadilla.

‘Arlington road’ (1999). En este caso,

el suspense se ceba con un pequeño barrio residencial, en un thriller trepidante en el que el protagonista tiene como vecino a un despiadado terrorista.

‘Cherry falls’ (2000). La felicidad de la pequeña localidad de Cherry Falls se ve ensombrecida por la presencia de un asesino en serie que se encarga de liquidar a quien sea virgen.

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