José María, un hombre que vivía bajo un puente en Valladolid, cambió ayer las vistas al Pisuerga de esta ciudad por la brisa del Atlántico. Ayer voló a Tenerife: «Comienzo con 50 céntimos en el bolso, pero la ilusión que tengo vale más que el dinero», dice. 20

minutos publicó su historia hace un mes. «A los tres días tenía hasta tres ofertas de personas que querían ayudarme», comenta. El primero con el que habló le aseguró que tenía contrato como albañil, alojamiento y un adelanto al llegar. Dos

días más tarde tenía el billete a Tenerife.