La sección segunda de la Audiencia provincial de Pontevedra ha acogido este jueves el juicio contra un hombre, Valentín I. P., acusado por las empleadas de un centro comercial de Poio de haber abusado sexualmente de una niña de 11 años, unos cargos por los que la Fiscalía pide seis años de prisión.

La investigación de la Policía Nacional se inició en mayo de 2010, a raíz de los comentarios realizados por una empleada del centro comercial A Barca durante la fiesta de cumpleaños del hijo de un agente de la Policía, en los que aseguraba que desde hacía casi dos años venía observando reiteradamente como un hombre de avanzada edad toqueteaba a una niña.

El funcionario puso los hechos en conocimiento de sus superiores y se inició una operación de seguimiento. Agentes de paisano observaron como este hombre, después de recoger a la niña a la salida del colegio, se dirigía hasta el centro comercial, en cuyo aparcamiento dejaba estacionado su coche para a continuación llevarla a casa de sus padres en A Caeira (Poio).

El acusado repetía esta rutina de chófer desde hacía varios años por encargo de los padres de la menor, que tenían contratada a su mujer como empleada de hogar.

Los agentes de policía relataron ante el tribunal que "lo más destacable" durante ese seguimiento fue que en una ocasión observaron como "de manera fugaz le tocó los pechos a la niña por encima de la ropa".

Sin embargo las empleadas de dos tiendas situadas en el Centro Comercial A Barca relataron como a lo largo de "casi dos años" fueron testigos de "gestos obscenos y tocamientos", una de ellas incluso dijo ver como el acusado "le metió la mano por debajo del pantalón".

Sin embargo, el abogado de la defensa puso en evidencia que algunos de los hechos denunciados por estas mujeres, según ellas ocurrieron durante el operativo de vigilancia y, por el contrario, la Policía durante su seguimiento no los vio.

Por su parte, los padres de la menor aseguraron no observar ningún comportamiento extraño en su hija durante todos estos años "es una niña muy introvertida y nunca comentó nada". Tan sólo apuntaron que "en este último curso mejoró mucho sus notas", aunque no vinculan esta circunstancia con la orden de alejamiento dictada contra el acusado.