El secretario de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de Cantabria, Javier Ramírez, ha expresado su "vergüenza ajena" por el nombramiento del exsecretario general del sindicato, Javier Puente, para el Consejo de Administración de Caja Cantabria, a propuesta del Partido Popular.

Para Ramírez, resulta "moralmente incompatible" haber representado a Comisiones Obreras y ser "cómplice" de los "destructores del Estado del Bienestar", por lo que espera que Puente o rechace el cargo o pida la baja del sindicato.

Es una opinión que ha plasmado en su blog, (http://javiramirez.blogspot.com.es) y difundido a través de Twitter y que, según recalca a Europa Press, realiza a título personal.

"Me parece incompatible moralmente hablando ser, o haber sido, representante de CC.OO. y al poco tiempo ser cómplice de los destructores del estado del bienestar, de los recortes, y de los que nos llevan a un modelo social de neo-feudalismo", asevera en el post, titulado 'Nombramiento' y del que ya adelanta que será "polémico".

A Ramírez el nombramiento de Puente le produce "vergüenza ajena", "por él, por mi organización y sobre todo por aquellos que algún día apoyaron a estos elementos que hoy hacen tanto daño a la credibilidad de CC.OO., pese que otros muchos estemos trabajando por lo que creemos".

El sindicalista apunta que "será por eso de la condición humana, por codicia o por sabe Dios qué", y advierte de que "espera leer los próximos días o bien que no se acepta ese cargo o que pide la baja de nuestra organización sindical".

"Porque sino lo único que ocurriría sería que se pondría más en cuestión al señor Puente, que una vez más ejerce de ejemplo de lo que un dirigente o ex-dirigente de CC.OO. no debería hacer", opina.

"jarrones chinos"

Tal y como argumenta, cuando alguien accede a representar a alguna organización, "tiene claro una sola cosa", y es que "adquiere el nombramiento vitalicio de "EX-" para toda la vida", por lo que esos cargos deben ser "consecuentes" con el "compromiso" adquirido en su día, para "no mancillar la reputación, nombre, etc. de la organización que defendimos y representamos en un tiempo".

Ramírez, que recuerda la expresión de Felipe González en la que se refería a los expresidentes como "jarrones chinos" porque "adornan pero no se sabe donde colocarlos", lamenta en su 'post' que "últimamente en CC.OO. los jarrones chinos no hacen más que ponernos colorados".

"A unos de vergüenza, ya que apoyaron a capa y espada su legado y actuaciones por cuestionables que fuesen en algunos momentos; y a otros de una rabia contenida por acertar en sus pensamientos, que les hacían prever que alguna metedura de pata nos iba a afectar como daño colateral", afirma.

En su caso personal, esta situación le "ratifica" en que "estaba y estoy en el lugar más adecuado", ya que "ni apoyaba ni apoyo ni apoyaré a figuras por largas o anchas que sean, que al poco tiempo de representar a CC.OO. pasan a ser asesores del PP, a ganar fortunas en el club blanco o como el señor Puente a ser Secretario de Caja Cantabria a propuesta de Partido Popular".