Estas dos medidas forman parte de un ambicioso plan que pretende aunar criterios para atender más rápido y de una forma más eficiente a los usuarios de las urgencias. La base es un nuevo sistema que clasifica a los pacientes en cinco niveles y establece el tiempo medio que se tarda en atenderlos, según la gravedad de su patología. También se instalarán unas consultas rápidas para atender a los pacientes con dolencias leves, que en la actualidad tienen que esperar en muchos casos varias horas hasta ser atendidos.Todas estas medidas se complementarán con la informatización y digitalización completa de las historias clínicas de los pacientes, lo que acelerará las tareas de los médicos. Para seguir las directrices de este plan, publicado en un manual, se promoverán cursos de formación para el personal sanitario.