El acusado de violar a una amiga dice que sólo hicieron el amor y ella, que era "una muñeca para él"

El hombre es conocido en ámbitos policiales como 'El ladrón de los peluches'
El Acusado En El Juicio
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EUROPA PRESS
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El hombre acusado de agredir sexualmente a una amiga ha afirmado que sólo hicieron el amor, "ni más ni menos", mientras que la víctima, que sufre una minusvalía física del 70 por ciento y esquizofrenia, ha afirmado que era "una muñeca para él".

Ambos han comparecido este miércoles en la juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria, en el que la mujer ha manifestado que durante los cuatro meses que ha convivido con el acusado, éste la ha violado unas "siete u ocho veces"; que sólo eran "amigos" y que le advirtió desde el principio que no mantendrían relaciones sexuales.

Y que no le denunció hasta diciembre de 2010, cuando presuntamente volvió a ser violada vaginal y analmente, porque a pesar del "daño" que le hacía, "me daba besos como un enamorado, me compró una lavadora, iba a por recados y me pedía perdón llorando; le veía arrepentido, pero lo volvía a hacer", ha relatado, así como que finalmente se decidió a denunciarle por consejo de una amiga.

Por su parte, el acusado, Santiago C.E, conocido en ámbitos policiales como el 'Ladrón de peluches' pues robaba en el interior de vehículos que tenían este tipo de muñecos, ha manifestado que eran "amigos con roce", que la ayudaba en todo lo que ella le pedía, y que no hubo violación sino que hicieron el amor "como en ocasiones anteriores".

Mientras, las peritos forenses han afirmado que las lesiones que presentaba la mujer son inespecíficas, es decir, no son ni indicativas ni excluyentes de una agresión sexual, y que la víctima es "muy vulnerable y muy débil" porque tiene una psicopatología que altera su capacidad cognitiva, aunque sí sabe si quiere o no mantener relaciones sexuales. Además, han insistido en el relato contradictorio de los hechos de la víctima.

El guardia civil que acudió al domicilio de la mujer momentos después de la presunta violación ha asegurado que tanto ésta como el acusado, que permanecía en el domicilio de la mujer, estaban "bastante calmados" y que entendió que se había producido una "discusión de una pareja normal y corriente". "No había situación de riesgo ni de nada y les dije que para qué me habían llamado", ha señalado.

El Fiscal considera que los hechos constituyen un delito de agresión sexual y uno de resistencia a agentes de la autoridad, por el que pide penas que suman 10 años de prisión y nueve meses de prisión.

A esto se suman 12 años de prohibición de aproximarse o comunicar con la víctima, multa de 600 euros, e indemnizaciones de 6.150 euros para la mujer, y 180 para el agente de policía agredido.

La acusación particular, ejercida por la víctima, eleva la petición de cárcel a 14 años de prisión, y las indemnizaciones a 18.150 euros.

Y la defensa ha solicitado la libre absolución porque afirma que el acusado no es culpable del delito y no existe "vestigio objetivo" de la violación.

"me reventó"

La mujer ha relatado que el 20 de diciembre de 2010, sobre las ocho menos cuarto de la mañana, el acusado acudió al domicilio de ella en Boo de Guarnizo, le gritó que le abriera la puerta y le amenazó con coger un tiesto y reventar la ventana, con lo que finalmente y "con miedo" ella lo hizo. Entonces él le dijo "te voy a violar", y llamó por teléfono a un guardia civil de Maliaño, un tal José Manuel —que no ha sido identificado—, a quien el acusado dijo que iba a violar a la víctima, y ésta también le dijo que Santiago le quería violar.

Cuando llegó la Guardia Civil, según la mujer casi una hora después de la llamada, ya le habían violado. En concreto, ha relatado que el hombre le pidió tener relaciones a lo que ella se negó y entonces le quitó el pantalón del pijama "y empezó a darme por delante y por detrás; me reventó", ha contado entre sollozos, así como que utilizó a su perro para mantener sexo oral con ambos.

Sin embargo, al acudir los agentes, no quiso denunciarle porque "se porta muy bien conmigo y estaba enamorado", además de que tenía miedo ya que tiempo atrás el hombre le advirtió que le "iba a rajar" si le denunciaba. Pero más tarde llamó a una amiga que le convenció para hacerlo "porque me había violado más veces". "Me convenció para que lo denunciara pero yo no quería que fuera a la cárcel", ha dicho.

La víctima ha manifestado que se conocieron cuatro meses atrás y mantenían una relación "muy maja", de "amigos", en la que a ella no le "faltaba de nada", pero no era de carácter sentimental; de hecho, él sólo durmió tres veces en casa de ella, al principio de conocerse, y habitualmente lo hacía en el coche, aparcado cerca de casa de la mujer.

Por su parte, Santiago, que ha coincidido en que su relación no era "sentimental", ha asegurado que el día de autos acudió al domicilio de la mujer porque ella se lo había pedido el día anterior, cuando la llevó al Cuartel de la Guardia Civil de Astillero para poner una denuncia —según ella porque había perdido el pasaporte—, porque quería despedirse de él ya que la mujer "no quería tener problemas" con su madre, conocedora de la relación. Ella le abrió la puerta y los dos fueron juntos a la cama donde "hicimos el amor como lo habíamos hecho otras veces", ha indicado.

Al respecto, ha dicho que ella no se quejó durante las relaciones, que no se resistió y no gritó. En este sentido, ha apuntado que el exmarido de la víctima vive en el piso de arriba, además de que hay otros vecinos cerca, y "nadie salió ni dijo nada". Al hilo, ha asegurado que el perro estaba "con el exmarido", con lo que no pudo obligarle a hacer nada.

También ha indicado que ese día llamó a la Guardia Civil de Camargo porque ella le había acusado de quitarle 245 euros y acudieron dos agentes "que no tardaron ni un cuarto de hora". Él estaba fuera del domicilio pero oyó que un guardia decía a la mujer si quería poner una denuncia pero ella dijo que no.

En cuanto al presunto delito de resistencia a los agentes de la autoridad, ha explicado que la madrugada posterior a los hechos él estaba durmiendo en su coche cuando acudió la policía y le pidió la documentación, que guardaba en la guantera del coche. Entonces, ha continuado, "se abalanzaron sobre mí y me echaron al suelo". CONCLUSIONES

Por todos estos hechos, el Ministerio Fiscal considera probado que el acusado violó a la víctima, que mantuvo relaciones sexuales "en su contra, a la fuerza". Ha apuntado que según el informe forense las lesiones no son incompatibles con una agresión sexual, y ha subrayado que la prueba principal, la declaración de la víctima, es "coherente y mantenida en el tiempo", además de que "no hay motivo para dudar" de la mujer.

La acusación particular se ha pronunciado en el mismo sentido, haciendo hincapié en que la mujer es "especialmente vulnerable" y ha sufrido "violaciones" por el acusado, quien "ha abusado de ella", la ha "maltratado y violado".

La defensa ha reclamado la libre absolución porque la única "posible prueba" es la declaración de la mujer, pero no hay "coherencia" ni "verosimilitud" en su relato. Además, ha denunciado que ésta no ha mantenido "una actitud lógica" para alguien que ha sido violado y que no hay ninguna prueba que acuse a su defendido, incluidas las forenses que apuntan que las lesiones son "compatibles con relaciones sexuales normales". "No hay vestigio objetivo de una violación y la declaración de la mujer no es coherente", ha resumido.

Finalmente, Santiago C.E. ha insistido en que acudió a casa de la mujer y tuvo "relaciones sexuales como otras veces", así como que "no fue violada ni nada". "Además, allí fue la Guardia Civil y podía haber dicho que la habían violado y me hubieran detenido", ha concluido.

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