La nueva primera dama francesa, Valérie Trierweiler, lleva la discreción al Elíseo

  • Valérie Trierweiler, es madre de tres hijos, periodista y, de momento, 'solo' novia del nuevo presidente de Francia, François Hollande.
  • Supone un cambio radical respecto a Carla Bruni.
La primera dama francesa Valérie Trierweiler.
La primera dama francesa Valérie Trierweiler.
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La primera dama francesa Valérie Trierweiler.

No ha sido novia de Mick Jagger ni publica bonitos discos como cantautora, pero Valérie Trierweiler tampoco es una desconocida: aunque su nombre no sea tan célebre fuera de Francia como el de Carla Bruni, es una respetada periodista conocida, sobre todo, por Itinéraires, programa de entrevistas televisivas.

Quinta de seis hermanos, Trierweiler (cuyo verdadero apellido es Massonneau) nació en 1965, y en febrero cumplió 47 años. Su padre, que había perdido una pierna tras pisar una mina durante la Segunda Guerra Mundial, murió cuando ella tenía 21 años, y su madre trabajó como cajera en una pista de patinaje de su ciudad natal, Angers.

Tras estudiar Historia y Ciencias Políticas en la Sorbona, la nueva primera dama francesa orientó sus pasos hacia el periodismo en 1988, consiguiendo poco después un trabajo en la revista Paris Match, donde se especializó en política y, sobre todo, en asuntos relacionados con el Partido Socialista. Tras divorciarse de su novio de toda la vida, fue en esa revista donde conoció a Denis Trierweiler, con quien se casó, tuvo tres hijos (ahora adolescentes) y cuyo apellido usa desde entonces.

Aunque había conocido a François Hollande en 1988 (ella tenía 22 años, él 34), no fue hasta 2006 cuando ambos comenzaron un romance que se hizo público en 2010 —antes él estaba casado con Ségolène Royal—. Desde entonces, apenas se han separado: Trierweiler lo acompañó en importantes mítines, lo elogió en entrevistas y, sobre todo, a través de su cuenta en Twitter y, dicen, fue fundamental para cambiar la imagen de un político que durante la campaña electoral se ha mostrado bastante más delgado de lo acostumbrado. Vistos los buenos resultados en las urnas, ¿lo tendrá Valérie también a dieta en el Palacio del Elíseo?

Se dice que, aunque cultive una imagen de seriedad y discreción, Trierweiler cuida mucho su físico: visita con frecuencia la piscina, monta mucho en bicicleta y se machaca en el gimnasio. Eso sí, antes de meterse en la cama agotada se impone escuchar, cada día, el boletín radiofónico de noticias. ¿Y con Hollande? ¿Habrá boda? "No queremos casarnos por obligación", dijo recientemente la periodista en una entrevista. "Es un tema que concierne a nuestra vida privada", aseguró.

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