Obligar a tu mujer a arrodillarse y fregar el suelo de la casa es un crimen porque equivale a maltratos, según estipuló el martes la más importante corte de apelaciones de Italia.
La corte mantuvo una condena por maltrato para un hombre que fue abandonado por su esposa después de que ésta dijera que había sufrido años de abusos y amenazas.
"El marido le humilló y sobrecargó de todas las maneras, hasta el punto de forzarla a limpiar el suelo de rodillas como castigo por la insuficiente dedicación que desde su punto de vista había tenido su mujer en las tareas del hogar", dijo la sentencia.
El hombre fue condenado a pagar una compensación sin especificar a su mujer, que ha vuelto a vivir con sus padres, así como a pagar la manutención de su hijo.
El veredicto llega un día después de que estipulara que llamar a alguien "maricón" es un insulto penable.
Ambas sentencias podrían acallar en cierto modo las críticas sobre la corte, de la que se dice que sus jueces son en su mayor parte machistas y conservadores.
Justicia "a la italiana"
La fama que precedía a los dos veredictos citados venía determinada por una cadena de sentencias, cuando menos, polémicas decretadas por esta Corte de Casación de Italia.
Por ejemplo, en dos juicios recientes y controvertidos estipuló que llamar a un extranjero "sucio negro" no es necesariamente racista y que abusar sexualmente de una adolescente es un delito menos serio si la chica no es virgen.
En años recientes determinó que un "aislado e impulsivo" guantazo en el trasero en el trabajo no constituía acoso sexual.
También decretó que una mujer "no pudo haber sido violada" porque vestía unos vaqueros demasiado apretados.
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