Boy’s don’t Cry o Brokeback Mountain son dos filmes de temática homosexual que han llegado a los Oscar. Son pocas las que lo logran...

Sí. Boy’s don’t Cry tuvo muy buena aceptación entre el público y abrió mucho las puertas a este tipo de cine. En cinco años, la situación ha cambiado enormemente.

¿Por qué ha llegado tan tarde a España A Home at the End of the World, que es de 2004?

A la productora de Alejandro Magno no le gustó que Colin Farrell apareciera besando a un hombre y querían que se cortara esa escena. Pero no la cortaron y entonces no nos apoyaron.

¿Hollywood no ha salido del armario?

En los Estados Unidos todo es muy conservador, pero en el mismo Hollywood se está generando una corriente de reacción.

¿Debe existir la distinción heterosexual y homosexual?

Sí. Está bien que haya películas hechas por y para el público homosexual porque son realidades diferentes.

¿Qué le interesó del filme?

Como el personaje, crecí en Ohio, fui a Nueva York en los ochenta… Entendí ese viaje de marchar de un pueblo a la gran ciudad y decir a los amigos que eres gay.

¿El cine gay tira demasiado de los estereotipos?

Completamente. Un caso claro es La casa de las locas. En A Home at the End of the World quisimos huir de eso.

¿En qué se fija a la hora de aceptar un proyecto?

La historia debe ser única y tiene que hacerme cambiar lo que pensaba al principio, evolucionar.

Eso es difícil en Hollywood...

Es una de las razones por las que vivo en Nueva York, alejado de Hollywood. Y la gente acepta hacer mis películas por poco dinero. Collin Farrell cobró 100.000 dólares... y en Alejandro Magno, 15 millones de dólares.

Bio

John Hart nació en Cleveland en 1952. Es productor de cine independiente en Nueva York junto a su socio Jeff Sharp.