La responsable de Sanidad del PSCyL-PSOE, Mercedes Martín, ha definido los cambios en el sistema público de salud como una "auténtica bomba de relojería" y "una voladura controlada del sistema que teníamos hasta ahora", que afectará a los casi 600.000 pensionistas de Castilla y León.

"La población envejecida, del 24 por ciento, es la más perjudicada por los cambios en la sanidad, y son cerca de 600.000 pensionistas con una pensión media de 620 euros, y polimedicados", ha dicho en rueda de prensa, al indicar que solicitará su derogación en el próximo pleno de las Cortes.

Ha puesto como un ejemplo un pensionista con varias dolencias, que se vería obligado a pagar más de 200 euros al mes por su medicación "cuando hasta ayer pagaba cero", y "esperar a que la Junta, que tarda en pagar muchos meses, le devuelva una cantidad".

Martín asegura que "se trata de un cambio de modelo claro" y un "sistema de copago farmaceútico" a pesar de "las burlas de argumentos que hacen de la buena voluntad de la gente, además de "establecer el sistema de copago en el transporte sanitario no urgente, que cada día lo utilizan miles de ciudadanos cada día".

"Como los enfermos de cáncer que acuden a recibir tratamiento de radioterapia", cuando Juan Vicente Herrera se comprometió en 2007 a establecer un acelerador lineal en todos los hospitales de área, que todavía carecen cuatro centros, como es el caso de Ávila.

"El mismo ejemplo para quienes tienen que recibir diálisis, adelantando el dinero y aún suponiendo que la Junta se lo devuelva, no pueden vivir en esta situación gravísima, un castigo y penalización, más duro a los enfermos del medio rural", ha añadido.

Martín cree que la sociedad "aún no es consciente de los cambios" en un sistema que "hasta era gratuito", basado en que los ciudadanos "pagan en función de lo que tienen, esencia de solidaridad y de la justicia".