El principal imputado por 'crimen de Aranga' defiende su inocencia y dice que solo ayudó a ocultar cuerpos

La Fiscalía pide penas que oscilan entre los 52 años de cárcel y los cinco meses de prisión para los siete acusados

José Ramón B.V., principal imputado por el asesinato y descuartizamiento de dos hombres, en el conocido como "crimen de Aranga", ha defendido su inocencia en la primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de A Coruña y solo ha admitido haber ayudado a ocultar los cadáveres.

Junto a él, para el que la defensa pide la absolución o, alternativamente, que los hechos se consideren un delito de homicidio, se sientan en el banquillo de los acusados otras seis personas.

En su escrito de calificación, la Fiscalía sostiene que, presuntamente, José Ramón B.V. asesinó, tras asestarles varias cuchilladas y dispararles en la cabeza, a las víctimas, Javier Toledo y Manuel Ramón Luaces, en su casa de la localidad coruñesa de Aranga, en noviembre de 2008, durante una discusión por una deuda de drogas.

Asimismo, afirma que su mujer, María del Pilar P.R, y los otros acusados, Antonio F.B., Mónica M.S., Alberto S.R., Ana Belén F. y Yago S.H, una vez que tuvieron conocimiento de lo sucedido y "dada su relación de amistad", le ayudaron a descuartizar y ocultar los cadáveres en una vivienda de Fonteculler, en Culleredo, y a cambiar las baldosas de la cocina para hacer desaparecer "las huellas y vestigios del hecho delictivo". PENAS

Por estos hechos, pide penas que suman 52 años y diez meses de cárcel para José Ramón B.V por asesinato, profanación de cadáveres y tenencia ilícita de armas. Para la mujer del principal acusado, la Fiscalía solicita diez meses de prisión por profanación de cadáveres y para los otros cinco procesados tres años y diez meses de prisión por un delito de encubrimiento y profanación también de cuerpos.

Dos de ellos se enfrentan también a una pena de dos años de cárcel por tenencia ilícita de armas. La Fiscalía reclama también indemnizaciones por importe de 400.000 euros para las familias de las víctimas.

En el juicio, que continuará toda la semana y está previsto que se reanude el 14 de mayo, el principal imputado se ha negado a contestar a las preguntas de la Fiscalía y los otros cinco letrados personados, entre ellos la abogada que representa a una de las víctimas, Manuel Ramón Luaces.

Defensa de su inocencia

Únicamente, contestó con un "sí" a las preguntas formuladas por su letrado, entre ellas si las dos víctimas le habían amenazado y habían hecho lo mismo al entrar en su vivienda o si consideraba vulnerado su derecho a la presunción de inocencia.

Asimismo, se ha declarado "inocente" y ha admitido solo ser culpable "de la ocultación de los cuerpos", ha señalado ante el tribunal, en el que ha exculpado también a su mujer y a otros dos acusados.

También su mujer se ha negado a contestar a las preguntas de los demás letrados y sólo ha respondido a la fiscal y a su abogada. "No he participado en nada", ha contestado a preguntas del ministerio público en las que ha incidido en que ella, en esas fechas, tenía un "embarazo de alto riesgo" y no podía cargar con pesos.

Por otra parte, ha admitido haber escuchado "tres disparos" en la cocina cuando se produjeron los hechos y ha manifestado que había "varias personas", pero únicamente ha confirmado que vio a Javier, una de las víctimas, de la que ,dijo, la había amenazado con anterioridad.

Asimismo, argumentó que nunca vio los cadáveres de las víctimas, que "sospechó" que una de ellas estaba muerta cuando la llamó su madre, y que su marido, que inculpa a otro acusado, no le dio explicaciones sobre lo sucedido.

También ha señalado que se enteró de que los cuerpos estaban enterrados en el domicilio de Fonteculler porque se lo dijo "la Guardia Civil". Sobre de los acusados Antonio F. B y Mónica M.S., ha dicho que no fue hasta diciembre cuando comenzaron a tener trato. También ha argumentado que las reformas en la cocina estaban ya "planeada".

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