El Gobierno de Ignacio Diego ha fijado en 707 megavatios la potencia eólica instalable en Cantabria hasta el año 2020, frente a los 300 del Plenercan 2006-2011 y los 1.500 MW fijados en la primera versión del nuevo Plan Energético que el anterior Gobierno (PRC-PSOE) aprobó antes de las elecciones. Además, el Ejecutivo del PP reduce a 246 el número de aerogeneradores a instalar, manteniendo la superficie ocupable en 54 kilómetros pero aumentando la potencia máxima de los aparatos de 1,5 a cinco MW.

El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha calificado el nuevo Plan de Sostenibilidad Energética 2011-2020 como "ambicioso, realista, y en absoluto arbitrario" y ha destacado su "riguroso soporte jurídico". Es un plan "diseñado para cumplirse, no como el anterior, que se ha incumplido en un 90%", destacó en rueda de prensa, acompañado por el consejero de Industria, Eduardo Arasti.

Según las estimaciones del Gobierno, el Plan de Sostenibilidad Energética generará al término de su vigencia del orden de 4.815 puestos de trabajo directos e indirectos y una inversión de unos 3.186 millones de euros, inversión que en el año 2015 debería situarse en 695 millones de euros.

Diego ha puntualizado que la mayor generación de empleo no vendrá de la mano de la energía eólica, sino de los proyectos de biomasa y biogás, que se estima crearán 1.640 puestos de trabajo, frente a 1.081 los eólicos.

Según explicó, el Plan de Sostenibilidad Energética persigue un triple objetivo de corte energético, ambiental e industrial. Una de sus metas es reducir el déficit de generación eléctrica del 63,2% actual al 36,5% en 2020, de forma que en ese horizonte Cantabria solo tenga que importar "un tercio" de la energía que consume. Con este objetivo se triplica la potencia instalada, pasando de 825 MW a 2.680 en 2020, un 225% más.

En el capítulo ambiental, se pretende "consolidar la hegemonía absoluta de las renovables" en Cantabria, de forma que en el año 2020, éstas representen el 86% de la potencia instalada, frente al 61% actual. Ello supondría un incremento de la potencia renovable del 357%, pasando de 505 a 2.307 MW, mientras que la no renovable crecería un 16%, de 320 a 373 MW.

Tramitación y plazos

Diego ha señalado que el nuevo Plan de Sostenibilidad Energética, que se ha sometido a evaluación ambiental, podría entrar en vigor en un plazo "razonable", pero no ha apuntado fechas porque "no me voy a pillar los dedos -dijo- con las páginas del calendario". Asimismo, ha señalado que, en todo caso, los cambios que se introduzcan durante su tramitación administrativa "no alterarán las grandes cifras".

También ha puntualizado que el Gobierno "no ha partido de cero", sino que, "en vez de hacer un plan nuevo", ha querido "aprovechar la tramitación del anterior" -el que aprobó el anterior Gobierno antes de las elecciones- "buscando para ello áreas de coincidencia". "Por eso espero que reciba un trato recíproco por parte de las demás fuerzas parlamentarias", apostilló.

El plan será remitido en primer lugar a la Dirección General de Medio Ambiente, que solicitará informes a las Direcciones Generales de Cultura y Montes (el plazo máximo para emitirlos es de dos meses), y después, elaborará la memoria ambiental en un plazo máximo de seis meses, que será publicada. Será entonces cuando Industria formulará la propuesta definitiva de plan que elevará al Consejo de Gobierno para su aprobación.

Diego subrayó que el objetivo del Gobierno es dar al Plan de Sostenibilidad Energética "toda la seguridad jurídica que debe tener, por su trascendencia social y económica", y puntualizó que el Ejecutivo "seguirá trabajando con absoluta independencia", tanto respecto a las empresas del sector como de los colectivos conservacionistas. Con ambas partes se reunirá este jueves para presentarles el contenido del plan.

Por otro lado, recordó que está "pendiente" el pronunciamiento de los tribunales sobre la legalidad del concurso eólico adjudicado en la anterior legislatura, recurrido por los ecologistas, y aunque eludió algunas preguntas sobre la posible convocatoria de un nuevo concurso eólico, señaló que "quien invierta en Cantabria en renovables, es justo que haga la correspondiente inversión en otros activos que también generen riqueza a través de la I+D+i, aunque probablemente lo hagamos de forma diferente".

También ha precisado que "este Gobierno no ha tomado ninguna decisión que tienda a la paralización de los procesos administrativos para la instalación de parques eólicos, sino todo lo contrario". De hecho, destacó que el Ejecutivo sigue tramitando solicitudes en aquellas zonas amparadas por el plan de 2006 y puntualizó que fue el anterior Gobierno el que "paralizó", en virtud de un informe de sus propios servicios jurídicos, la instalación de parques eólicos en las zonas no coincidentes con el primer Plenercan.

Eolica terrestre

Un tercio de la potencia a instalar provendrá de la energía eólica en sus diferentes modalidades, sólo por detrás de la hidroeléctrica. Los 707 MW de potencia eólica son, para el Gobierno, un objetivo "realista, razonable y coherente con el sector y con la planificación nacional" que permitirá hacer "compatible la industria energética limpia con los valores paisajísticos".

De esta forma, el Gobierno del PP incrementa un 136% la potencia eólica a instalar respecto al Plenercan 2006-2011 y deja casi en la mitad los 1.500 MW que propuso la coalición PRC-PSOE al término de la pasada legislatura.

Diego destacó que con la misma superficie ocupada (54 kilómetros) y casi 100 aerogeneradores menos (246 frente a los 353 previstos en el primer Plenercan), se generará más del doble de potencia (707 MW frente a 300). Para ello, la potencia media por aerogenerador se multiplica por 2,3, pasando de una horquilla de 0,85 a 1,5 MW en el periodo 2006-2011 a 2-5 MW en el periodo 2011-2020.

Aunque los aerogeneradores serán de mayor tamaño, Diego y Arasti destacaron que desde el punto de vista técnico, el impacto se mide en función del número y la superficie que ocupan. "Es cierto que cuanto más grande más aparente, pero se reduce el tamaño de la superficie arrasada para su instalación", afirmó el presidente a preguntas de la prensa sobre el impacto visual de los aparatos. "¿Es igual la afección de un corredor de 70 aparatos que uno de 10?, preguntó.

En cuanto a otras tecnologías, en eólica offshore la potencia se ha incrementado de 0 a 50, frente a los 500 planificados por el anterior Gobierno, que Arasti tildó de "auténtica desproporción"; en undimotriz, de 0 a 10; en biomasa de 2,30 a 50, ya que se prevé la instalación de varias plantas de biogás para la gestión de residuos ganaderos con aprovechamiento de purines, así como otras centrales de biomasa en fase de proyecto; y en biocombustibles, de 0 a 200 kilotoneladas equivalentes de petróleo (Ktep).

En energía hidroeléctrica de régimen extraordinario, la potencia instalable aumenta de 64 a 74 MW, por proyectos de microcentrales y actualización de turbinas; en hidroeléctrica de régimen ordinario, de 394 a 1.394, correspondientes a la "repotenciación" de la central de Aguayo; en valorización de residuos sólidos urbanos, de 10 a 15 MW; en minieólica, de 0 a 3; en solar fotovoltaica de 2 a 4; y en solar térmica y geotérmica, de 1 a 7,3 MW.

Según Arasti, parte de las alegaciones aceptadas tras la información pública del Plenercan se ha traducido en variaciones en los objetivos de potencia en eólica terrestre, offshore y biomasa. Por otro lado, el Informe de Sostenibilidad Ambiental (ISA) del plan establece limitaciones para la implantación de instalaciones de generación en el 92,7% del territorio, y el 31,8% de la superficie total de Cantabria está "absolutamente descartada" para albergarlas.