Esta semana, en el pleno del Ayuntamiento de Alicante, el grupo municipal socialista propuso suprimir del callejero de la ciudad 56 calles que tienen la huella de la Guerra Civil española y que hacen referencia a personajes y momentos de esa época. Pero los votos del PP lo rechazaron «por indigno».

Además, aprovecharon para recordarles que ellos «no fueron capaces de hacerlo en 16 años de poder socialista». Calles, parques y plazas dedicados a torturadores, asesinos o violadores franquistas suponen una humillación para las victimas del régimen, para sus familiares y compañeros.

Es evidente que la imagen del Generalísimo, a pesar del paso del tiempo, sigue levantando odios, creando conflictos y por qué no, despertando pasiones. ¿Se imaginan alguna calle que se llame Bin Laden o Hitler? Ellos también tienen defensores en todo el mundo.