El grupo de gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha mostrado este lunes su disconformidad con respecto a que el distrito único universitario esté ubicado en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), pues aceptar esta medida significa "menoscabar la independencia" de la Universidad de La Laguna (ULL) en favor de la ULPGC.

Este rechazo se produce tras conocer la propuesta de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias por la que se establece un único distrito universitario gestionado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, lo que supondría que las matrículas de la ULL serían gestionadas por la ULPGC.

Según el alcalde, José Manuel Bermúdez, "no podemos permitir que decisiones como ésta enturbien las buenas relaciones entre ambas universidades", y si se trata de establecer un único registro, éste —en su opinión— debería ser gestionado por la propia Consejería de Educación y no por una sola universidad.

"Han tenido que pasar muchos años para que estas dos instituciones obtengan el respeto y el reconocimiento tanto en el mundo académico como socialmente, por lo que [esta decisión] sería un gran error y un paso atrás en las relaciones de las dos universidades canarias", indicó Bermúdez, para añadir que la gestión de las matrículas "es algo demasiado importante como para que sea una sola universidad la que decida la asignación de plazas de cientos de alumnos de todas las islas".

Por su parte, el primer teniente de alcalde, Julio Pérez, ha hecho hincapié en que la Universidad de La Laguna "es también la universidad de Santa Cruz", por lo que la capital "no debe permitir que se la minusvalore o postergue en ningún caso, y menos aún cuando existen procedimientos que permiten la coordinación sin poner a La Laguna en un lugar secundario o desairado".

"La economía de Santa Cruz necesita también a la Universidad porque ahora —más que nunca— lo que vale es el conocimiento y la formación", resaltó el primer teniente de alcalde, quien ha recordado que "Santa Cruz alberga varios centros de la ULL, como la Escuela de Náutica, que forma parte de la esencia y de la historia de la ciudad y de su oferta educativa y cultural y acoge continuamente actividades no sólo universitarias, sino ciudadanas".

También la concejal de Educación, Mónica Molina, mostró su insatisfacción con esta medida, ya que "no se entienden claramente ni los motivos ni la finalidad esgrimidos en la decisión". "Esta medida supone romper la buena convivencia entre ambas universidades y relegar a un segundo plano la Universidad de La Laguna", apostilló.