Tengo dos gatas siamesas de 10 y 11 años, muy mimadas. Quería traer a casa un chihuahua o un yorkshire terrier, pero mi veterinaria dice que las gatas no lo van a aceptar. Erica.

La incorporación de un cachorro de perro al hogar de tus gatas no les va a gustar mucho, pero eso tampoco quiere decir que no puedas llevar una nueva mascota a tu casa. Seguramente, en una primera toma de contacto las gatas bufarán, se esconderán o reaccionarán de una manera similar. Es muy probable que el cachorro de perro las persiga e, incluso, podrá llevarse algún que otro manotazo de ellas (siempre sin sacar las uñas). Lo mejor es actuar como un mero observador de esta reacción. Los animales marcarán ellos mismos sus propias pautas y aprenderán a convivir en armonía.

Tengo un pastor alemán que ha tomado la costumbre de sacar los focos de iluminación del jardín, morderlos y destrozarlos. Fernando.

Puedes castigar, reprender o chillar al animal cuando veas el desastre. El perro se asustará por la actitud que tiene su propietario, pero en ningún momento porque sepa que ha actuado incorrectamente. En muchas ocasiones, la única solución pasa por no dejar nada que pueda destrozar o intentar que fije su interés en juguetes específicos para él.

Tengo un perro que se toma las regañinas que le echamos a broma. ¿Qué puedo hacer? Manoli.

La mejor forma de educar a un perro es premiando los aciertos y no reprimiendo ni castigando los fallos que cometa. El aprendizaje del animal tiene que ser divertido, casi un juego. Para ello debemos dar las clases en los momentos del día en los que preste mayor interés. Las órdenes deben ser muy claras y concretas, y no pasaremos de una a otra hasta que el animal ejecute perfectamente la anterior. Si nos hace caso, premio... Si no, repetición. No es que no te tome en serio, es que no te entiende. Puedes ayudarte de educadores caninos.