El Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) del Cabildo de Tenerife ha puesto en marcha desde el pasado mes de marzo un plan de modernización con el propósito de mejorar la eficiencia de su capital humano y la mejora de la calidad en la atención de sus usuarios.

Esta política de modernización se lleva a cabo a través de programas y acciones que promueven la responsabilidad, la participación y la implicación de todos los agentes responsables en la consecución del objetivo final, que es el de modernizar la Administración pública para prestar unos servicios de calidad y orientados al ciudadano.

El plan de modernización conlleva, entre otros aspectos, la formación de los recursos humanos en habilidades de comunicación, escucha, desarrollo de la empatía y la confianza, habilidades sociales y emocionales dirigidas a los trabajadores que desarrollan su actividad laboral en el Instituto, y que a su vez instruirán y actuarán sobre los demás componentes de la plantilla.

A lo largo de todo el año 2012 se realizarán actividades tendentes al desarrollo de habilidades de comunicación, de escucha, de técnicas de cambios de conducta, de conciliación de la vida familiar y la vida laboral, de la potenciación de la comunicación interna y externa, al incremento de la motivación de logros, y a la eficacia en la prestación de servicios, así como su calidad y nivel de percepción por el usuario.

En palabras de la consejera delegada del Instituto de Atención Social y Socio Sanitaria, Margarita Pena, "el Plan de Modernización puesto en marcha en nuestro Instituto responde a la necesidad de mejora continua de las competencias, necesarias para la vida profesional, y la convicción firme de que las tareas se realizan mejor cuando el ambiente es el apropiado". "Todo lo que suponga mejorar estará entre nuestros objetivos prioritarios", agregó.

Así, hizo mención a que la modernización en cualquier administración y también en el IASS pasa por hacer que ésta sea más cercana al ciudadano, que fomente la calidad y la excelencia en la prestación de servicios públicos, que esté centrada en las personas y que promueva la participación ciudadana.

"Todo ello teniendo a unos empleados públicos que sean los valedores e impulsores del cambio hacia una administración moderna, con equipos formados y capacitados para ejercer su labor, con un mayor nivel de comunicación y utilización de mecanismos que beneficien el desarrollo sostenible. Que incorporen elementos que mejoren la organización, para ser más eficientes y eficaces", concluyó.