La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un joven a cumplir 19 años y medio de prisión por matar a otro, empleado de una tienda multiprecio de la localidad valenciana de Gandia, en la que intentó cometer un atraco junto a otras personas no identificadas, según consta en una sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press. Inicialmente, también estaba acusado en este proceso otro joven, pero ha sido absuelto por no quedar probada su autoría.

El procesado, conocido como el 'Quecas', y con antecedentes penales por robo con fuerza, planeó junto con otras personas no identificadas apoderarse de la recaudación de un establecimiento multiprecio ubicado en el Paseo Marítimo Neptuno de la playa de Gandia.

Este joven conocía la disposición interior del almacén de la tienda, la situación del despacho donde se contaba el dinero antes de que fuera un furgón a recogerlo y la hora de recogida, por habérselo indicado con absoluta seguridad alguien desde dentro del establecimiento.

Con el objeto de lograr este propósito, el procesado se hizo con la posesión de una pistola semiautomática y, para cerciorarse de su correcto funcionamiento, la probó en la tarde del día 24 de marzo de 2005 en un piso de un amigo suyo. Allí, efectuó dos disparos contra un vehículo que estaba estacionado en la calle.

Tras ello, el joven y los demás partícipes se trasladaron desde Valencia a la playa de Gandia en un turismo y en una motocicleta pintada de color amarilla, cuyo titular, menor, fue enjuiciado y absuelto de los delitos que se le imputaban ante la jurisdicción de menores.

Así, una persona no identificada trasladó la moto hasta la puerta del establecimiento de Gandia y la estacionó. Seguidamente, sobre las 23.45 horas del mismo día 24 de marzo, y aprovechando que se abrió la puerta trasera del local para sacar la basura, el procesado, cubierto con un casco integral de motorista y armado de una pistola, se introdujo junto a otra persona, quien iba cubierta con un pasamontañas y armada con un cuchillo.

La persona que llevaba el cuchillo se introdujo en el interior de la tienda, en dirección al despacho donde se estaba contando el dinero, y allí se encontró con empleadas del local, a las que les dijo que se echaran al suelo porque eso "era un atraco".

Mientras tanto, el procesado se quedó en la parte de dentro de la puerta del almacén, apuntando con la pistola a un empleado, a quien le dijo que se estuviera quieta. Como éste no mostró el grado de sumisión esperado, pues levantó las manos pidiendo tranquilidad, le disparó en la región abdominal. Como consecuencia, éste murió.

Tras ello, el procesado, que carecía de licencia de armas, y la otra persona que lo acompañaba salieron corriendo del local, sin llegar a apropiarse de cantidad de dinero alguna, y emprendieron la huida en la motocicleta que estaba en la puerta.

Por todos estos hechos, el tribunal valenciano ha condenado a este joven a 19 años y medio de prisión por un delito de homicidio, otro de robo con violencia y uso de armas en grado de tentativa, otro de tenencia ilícita de armas, y una falta de daños. Además, deberá indemnizar a la familia de la víctima con 200.000 euros.

La Audiencia estima probado que el procesado estuvo en Gandia la noche del 24 al 25 de marzo de 2005, puesto que lo reconoció él mismo en la declaración indagatoria, y lo ratifica el análisis de las llamadas recibidas y enviadas por el teléfono que utilizaba, que lo sitúan a las 00.04 horas del día 25 en la playa de Gandia, donde recibió una llamada desde una cabina pública.

El joven absuelto

Respecto al otro joven que inicialmente fue imputado en esta causa, el tribunal lo absuelve al no hallar pruebas contra él. Así, recuerda que el propio instructor de Gandia no se creía que éste hubiese sido el autor del atraco, por lo que repitió la identificación fotográfica varias veces.

Asimismo, subraya que no hay ninguna relación telefónica entre éste y el procesado, y menos ese día, 24 de abril, en que llegó a Gandia procedente de un centro de menores de Castellón, y fue recibido por su familia. Permaneció con ella hasta que fue detenido. "No hay ni el más mínimo indicio en toda la causa de relación entre éste y los autores del hecho criminal", sostiene.