El Ayuntamiento de Ermua ha afirmado que la estructura del edificio, que ha tenido que ser desalojado esta mañana por el desprendimiento de tierra de una ladera, no está afectada y todas las familias podrán regresar este mismo sábado a sus viviendas, salvo la del primero.

Este desprendimiento, ocurrido en la calle Sakona, se ha producido a las siete de la mañana y, aunque no se han producido daños personales, se ha tenido que desalojar un edificio de viviendas y han resultado afectados una veintena de vehículos que estaban en la zona.

En un comunicado, el Consistorio ha señalado que los trabajos para asegurar el talud del monte desprendido a primera hora de este sábado comenzarán esta misma tarde, según lo ha decidido la comisión técnica de coordinación y seguridad reunida con carácter de urgencia a este mediodía.

El equipo multidisciplinar está integrado por un geólogo, técnicos de Protección Civil y del centro coordinador de emergencias, arquitectoss y aparejadores del área municipal de urbanismo, de distintas empresas, el alcalde y concejales del equipo de gobierno, maquinistas de excavación y responsables de la Ertzaintza y de la Policía Municipal.

Los técnicos han decidido comenzar este sábado con las tareas para asegurar el talud y la seguridad de las personas. Las máquinas comenzarán esta tarde a consolidar una plataforma en el vial y talud desprendido para estabilizar el material caído y poder avanzar en los trabajos.

Además, tras analizar los datos preliminares el equipo de coordinación, ha valorado que las familias desalojadas podrán regresar este mismo sábado a sus hogares, a excepción de la del primer piso por precaución y de forma preventiva, ya que el material de roca, tierra y vegetación desprendido y acumulado en el vial que ha quedado inutilizado supera los dos metros de altura.

El Ayuntamiento ha indicado que, si se precipitase algún elemento más podría rebotar o deslizarse hacia la vivienda, y "eso es un riesgo que se pretende evitar". El Consistorio ha ofrecido realojar a la familia del primero afectada, pero ha rehusado el ofrecimiento porque se trasladará a casa de sus allegados más próximos.

Además, fuentes municipales han indicado que el edificio y su estructura no están afectados. Según han explicado, una de las rocas o bolones desprendido ha impactado en un pilar y, por precaución, en el mismo se colocarán unos testigos para garantizar "que no va a más".

La Ertzaintza y Policía Municipal establecerán y acotarán la zona segura por dónde acceder al inmueble afectado. Ambos cuerpos mantendrán un retén a lo largo de todo el día y durante esta próxima noche en el lugar. Por último, el Consistorio ha indicado que se siguen analizando las causas de lo ocurrido, pero todo apunta a las "abundantes precipitaciones" de la última semana.