El portavoz económico del BNG, Carlos Aymerich, ha confiado en que la petición de la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, para extremar cautelas con los invitados a las sesiones plenarias no signifique actuar "como delegada de Feijóo", ni "criminalizar a la ciudadanía, algo que ya emprendió el Gobierno español".

"Espero que esa no sea la pretensión de la presidenta", ha manifestado el parlamentario nacionalista preguntado por la petición de la jefa del Legislativo autonómico, quien también demandó un informe al jefe de Seguridad de la Cámara para conocer lo ocurrido en el pleno pasado en que hubo protestas de afectados por las preferentes. "Nosotros no avalamos interrumpir la sesión", ha afirmado.

Sobre esto último, ha subrayado que los afectados por las preferentes que asistieron al pleno pasado, invitados por el BNG, esperaron a que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, concluyese su intervención para expresar su protesta. "Y lo hicieron de forma mucho más moderada que los alcaldes" del PP en diciembre 2005, cuando protagonizaron lo que denominó una "alcaldada" con "Fejióo a la cabeza de la pancarta".

De esta forma, espera que "no se esconda" un intento de "ir por el camino de la criminalización" ciudadana ni de "su derecho a ejercer la libertad de expresión y sus reivindicaciones", e hizo hincapié en que los afectados por las preferentes esperaron "escrupulosamente" a que terminase la sesión de control para, después solicitar una reunión con el presidente, "que tiene la obligación de dar respuesta a sus problemas".