El arzobispo de Toledo niega que defender la presencia de la religión Católica en la escuela pública sea "integrismo"

Dice que la Escuela "no es laica o creyente: lo son las personas y la opción de los padres debe ser respetada"
El Arzobispo De Toledo
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EUROPA PRESS
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El arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, ha asegurado que "defender la presencia de la enseñanza razonada de la fe y moral católica en la Escuela de iniciativa pública nada tiene que ver con el integrismo".

Así responde el arzobispo en una carta dirigida a algunos profesores del instituto 'Alfonso X El Sabio' de Toledo que le entregaron otra misiva en su pasada visita a este centro el pasado mes de marzo, en la que "rechazan la utilización de las aulas de los centros públicos para la enseñanza de la religión católica".

"La enseñanza de la fe es optativa para los padres que quieren que sus hijos la reciban y, además, no es evaluable ni tiene alternativa. Los padres que elijan esta asignatura ejercen la libertad que la Constitución y la objetividad les reconoce", precisa Rodríguez.

En su opinión, lo que afirman estos profesores es que están en contra de que se utilicen los centros educativos públicos "para desarrollar creencias particulares y les parece un desacierto la injerencia en sentido contrario", afirmación que para Rodríguez es "respetable pero no necesariamente indiscutible, porque caería en dogmatismo".

Libre para los alumnos

Así, el arzobispo dice interpretar que a estos profesores la impartición de la Doctrina Católica en la Escuela de iniciativa pública les parece un "error" de las autoridades académicas, que, sin embargo, "es aceptado por la Iglesia Católica".

"Ante esta opinión se me ocurre pensar que no son solamente las autoridades académicas quienes permiten esto. Ha sido el Parlamento que aprobó la última Ley de Educación, la ejecutó y puso en práctica el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y se promulgó un Real Decreto sobre la aplicación de dicha Ley. Ya sabemos desde entonces cómo quedó la asignatura de Religión en los Reales Decretos: libre para los alumnos; obligatorio para el Centro; no evaluable y sin alternativa".

Añade Rodríguez que los profesores del instituto toledano se olvidan de algo, a su juicio, "fundamental" en este tema: "no mencionan nunca en su carta a los padres, como fundamentales responsables de la educación de sus hijos; también de la dimensión moral y religiosa de la educación de sus hijos".

Por ello recuerda que la Escuela, de iniciativa pública y privada, es un servicio a esta responsabilidad en la educación de sus hijos. "El artículo 27.3 de nuestra Constitución es palmario. ¿Acaso hay que dejarlo sin vigencia?", se pregunta.

Así, dice que "esos padres quieren, en proporción bastante alta, que sus hijos reciban Religión y Moral Católica en la Escuela, lugar muy importante para su educación y crecimiento personal". "La Escuela no es laica o creyente: lo son las personas y la opción de los padres debe ser respetada".

"Lo que el obispo hace es responder a esa demanda de los padres, prepara profesores idóneos, que mantienen una relación laboral con el Estado o Consejería, no con el Arzobispado, porque esos padres católicos son ciudadanos que pagan los mismos impuestos que los demás padres".

Religión no es impartir doctrina

Prosigue el arzobispo añadiendo que lo mismo pasa con otras confesiones religiosas, pues cristianos evangélicos, judíos y musulmanes firmaron acuerdos en 1992 en las mismas condiciones que el Acuerdo firmado por la Iglesia Católica.

Así las cosas, el arzobispo ha precisado que la clase de Religión "no es impartir doctrina; no es Catequesis", pues "ésta se celebra en la parroquia".

Matiza que las negociaciones para los Acuerdos Iglesia-Estado, no Concordato, tal vez se hicieran antes de la promulgación de la Constitución, pero no la firma de dichos Acuerdos.

"Pienso claramente, pues, que la Asignatura de Religión impartida en la Escuela de iniciativa pública no va en contra de la aconfesionalidad del Estado", ha asegurado el primado toledano, que asegura que en sus casi 25 años de obispo "ha luchado siempre" por esa separación Iglesia-Estado, y son muchas las veces que tal separación "no es respetada por los poderes públicos y otros grupos".

"Que puedan finalizar esos Acuerdos Iglesia-Estado de 1976 es posible. Pero para ello hay que dar los pasos convenientes, como es que los denuncie una de las partes razonando, pues son acuerdos internacionales", ha planteado. EpC Y

Libertad religiosa

Precisa Rodríguez que el Estado o las Autonomías pagan en efecto a los profesores aptos -con su titulación correspondiente- de Religión Católica, como a los profesores de otras asignaturas optativas y señala por el contrario la asignatura Educación para la Ciudadanía, "que en tantos casos atenta contra la libertad religiosa, al aceptar los poderes públicos textos que enseñan la moral del gobierno de turno", no es optativa.

"La Iglesia Católica no recibe fondos públicos para el mantenimiento de los centros educativos concertados. Paga a esos profesores porque imparten un servicio público a hijos de ciudadanos que pagan impuestos", ha afirmado el arzobispo, que ha añadido que esos centros concertados salen "más baratos" a la Consejería que los centro de iniciativa pública.

Por todo ello, manifiesta que no todas las afirmaciones de estos profesores que le entregaron la carta "son indiscutibles", pues, a su modo de ver, contienen juicios respetables, pero tal vez también "prejuicios" y que aunque dice que seguirá aceptando cuanto sea dialogo o posturas diferentes a su modo de pensar "no tiene por qué aceptar que siempre las posturas distintas a las suyas son verdad y razonables". "Por ejemplo, cuando se interpreta la laicidad como laicismo se está cayendo en otra opción de algún modo confesional", ha concluido, ha señalado.

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