El vigilante voluntario George Zimmerman, acusado de homicidio en segundo grado por la muerte del joven negro Trayvon Martin, podrá salir en libertad bajo una fianza de 150.000 dólares (113.505 euros).

Así lo ha decretado este viernes el juez Kenneth Lester, quien además ha establecido, entre otras condiciones, que el acusado esté siempre localizado con un dispositivo GPS y que no mantenga contacto con la familia de la víctima.

El acusado, que le quitó la vida a Trayvon en Florida (EE UU) el pasado 26 de febrero, ha perdido perdón a los padres de la víctima durante la audiencia judicial en la que se decidía su libertad bajo fianza.

"Quiero decir que siento la pérdida de su hijo. No sabía qué edad tenía. Creía que era algo más joven que yo. Tampoco sabía si iba armado o no", ha dicho el vigilante de 28 años, George Zimmerman, en lo que supone su primera disculpa pública por un homicidio que ha desatado movilizaciones de protestas por todo el país.

Los padres  de Martin estaban presentes en la sala del tribunal de Sanford (Florida), donde se celebraba el juicio para decidir si le concedían a Zimmerman la libertad bajo fianza.

La breve intervención del vigilante tuvo lugar después de dos horas de testimonios, entre ellos los de la esposa y los padres del acusado, que testificaron por teléfono para evitar su exposición a los medios de comunicación. La esposa del acusado ha dicho, entre otras cosas, que su marido nunca había sido acusado de un delito y ha asegurado que "en absoluto es una persona violenta" ni supone una amenaza pública.

Además la mujer del acusado ha señalado que la familia no tiene muchos recursos para hacer frente al pago de una fianza elevada, pero ha informado del compromiso de otros familiares para tratar de reunir todo el dinero posible.

La mujer prometió hacer todo lo posible para que su esposo, en el caso de ser liberado, acuda a la corte cuando sea llamado para ser juzgado, así como alertar a las autoridades si se fuga.

El padre de Zimmerman, un anciano discapacitado, ha dicho que su esposa está jubilada y que tienen escasos ingresos, así como que no tienen muchos ahorros y su vivienda está hipotecada, por lo que carecen de grandes recursos para garantizar el pago de la fianza.