Herrera cree que volver al Estado centralizado no es la solución aunque no descarta una reforma constitucional

Reclama una reforma del Sistema de Financiación para que los servicios públicos cuenten con recursos "estables y suficientes"

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha defendido este viernes que volver a un Estado centralizado no es ninguna solución a los problemas que vive en país y tras, mantener que el Estado de las Autonomías debe seguir siendo el modelo básico de convivencia del país, ha abogado por reforzar la "relación leal" entre Estado y autonomías "incluso mediante una reforma constitucional si es preciso" que determine mejor las competencias de unos y otros.

Este es el principal mensaje que ha realizado el presidente de la Junta en su discurso institucional con motivo de la entrega de los Premios Castilla y León, un acto que ha aprovechado para defender una vez más la necesidad del Estado de las Autonomías que, según ha recordado, ha dado "los momentos de mayor prosperidad económica de España en Democracia".

Tras admitir que habrá que corregir todas las disfunciones que dificulten la consolidación de un gran mercado único nacional y que habrá que limitar todas las duplicidades administrativas siguiendo el principio de "una competencia, una Administración" además de corregir "gestiones escasamente ejemplares", Herrera ha apostado por fortalecer la función de coordinación y cohesión del Estado como "mejor garantía de la plena igualdad de todos los españoles".

A lo largo de su alución, el presidente de la Junta ha defendido la ventaja de la cercanía que ofrecen las autonomías para atender mejor los problemas propios y dar respuesta inmediata a cuestiones que antes se percibían distantes o no urgentes para el poder central. Del mismo modo, ha rechazado que una gestión centralizada asegure más eficiencia, un ahorro automático "ni mucho menos que se traduzca en una mejora de la calidad y de la equidad de los servicios".

Herrera ha cargado contra el "debate interesado" sobre el Estado de las Autonomías con dos "posiciones extremas", las que consideran que las regiones son un "instrumento insuficiente" para atender las necesidades de sus territorios, una forma de decir, a su juicio, "que lo consideran insuficiente para sus propias aspiraciones de avanzar así en un camino soberanista y de ruptura constitucional", y la de los que atribuyen a los territorios una responsabilidad sustancial de la crisis y defienden una recentralización, lo que ha tachado de "acusación ciertamente falaz".

Del mismo modo, ha propuesto potenciar cauces de interlocución institucional como el Senado para lo que ha considerado "fundamental" recuperar los grandes consensos políticos y sociales "que tan buenos frutos han dado en nuestra historia reciente".

"El Estado de las Autonomías debe seguir siendo nuestro modelo básico de convivencia", ha concluido Juan Vicente Herrera, que ha vinculado las autonomías con el Estado del Bienestar y con la prestación de los grandes servicios públicos, sanidad, educación y servicios sociales cuyo actual déficit ha achacado a la "drástica disminución" a lo largo de la crisis de los ingresos ordinarios que los sustentan y que ha obligado a incurrir en ingresos extraordinarios vía endeudamiento.

Herrera ha reconocido que ese es un camino "insostenible" por lo que ha vuelto a reclamar la reforma del Sistema de Financiación Autonómica para que los servicios públicos básicos cuenten con recursos estables y suficientes "sin que las comunidades se vean abocadas a un déficit estructural crónico".

El presidente de la Junta ha hecho un llamamiento también a las autonomías para que en estos momentos "tan difíciles y duros" refuercen la atención a sus cometidos primordiales y que ha centrado en garantizar la calidad, la equidad, la eficiencia y la sostenibilidad de las columnas del Estado del Bienestar, la educación, la sanidad y los servicios sociales, "unas competencias trascendentales que son nuestra principal razón de ser de Comunidad".

Según sus palabras, priorizar estos servicios en tiempos de recesión significa concentrar principalmente en ellos los recursos disponibles para su mantenimiento y salvaguarda, "una opción que, sin duda, supone renunciar y esfuerzos mayores para otras áreas de actuación" ha admitido.

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