Los 80 trabajadores de estos servicios han convocado una huelga indefinida que podría retrasar e incluso suspender numerosos vuelos con salida en la terminal.

El paro dejaría sin personal el parking, las cintas transportadoras, las pasarelas que conectan los aviones con la terminal, así como los servicios de informática y de información.

Por ello, los problemas no sólo afectarían a los vuelos, sino que también podría haber incidencias, como la pérdida de maletas o la imposibilidad de recibir información por parte de los pasajeros. De media, el aeropuerto bilbaíno embarca y desembarca a 10.500 pasajeros al día, pero en verano la cifra puede llegar a duplicarse. A ello se suma el nuevo vuelo barato a París, que comenzará el día 13.

El sindicato CC OO, el mayoritario en las contratas de AENA, pretende que la dirección del aeropuerto impida la huelga. «No queremos perjudicar a los pasajeros; sólo esperamos que AENA nos llame para negociar las condiciones laborales», explicó ayer el delegado sindical Jaime Gómez.

Se quejan de que las nuevas adjudicaciones que se están llevando a cabo durante estos días han restado sueldos –en algunos casos hasta 5.000 euros anuales menos– e, incluso, de que varios trabajadores irán a la calle.