"Golpe de estado" islamista a la televisión pública marroquí

  • Partidos gubernamentales, los profesionales y medios de comunicación acusan al Gobierno de querer islamizar y arabizar la televisión pública.
  • La polémica llega después de que el ministro de Comunicación adoptase una serie de medidas para la cadena 2M.
  • Entre estas: cinco llamadas a la oración, emitir íntegra la plegaria del viernes, presentar más contenidos religiosos y a dar mayor presencia a la lengua árabe.
Captura de la web del canal 2M de Marruecos.
Captura de la web del canal 2M de Marruecos.
2M.MA
Captura de la web del canal 2M de Marruecos.

Las medidas tomadas por el ministro de Comunicación marroquí, el islamista Mustafa el Jalfi, que tienden a islamizar y arabizar la televisión pública, se encuentran con una oposición cada vez mayor entre los partidos (incluso gubernamentales), los profesionales y los medios de comunicación.

La polémica surgió cuando El Jalfi presentó el nuevo contrato-programa para la cadena 2M (que siempre ha tenido un sesgo más progresista) que debe regir a partir del 1 de mayo y que obliga a la cadena a incluir las cinco llamadas a la oración, a emitir íntegra la plegaria del viernes, a presentar más contenidos religiosos y a dar mayor presencia a la lengua árabe.

Además, contempla la anulación de la publicidad de los juegos de azar (ilícitos según el Islam), pese a que son un monopolio del Estado marroquí y por consiguiente perfectamente legales.

"El gobierno acaba de cometer un golpe de Estado (señalaba esta semana el editorial del diario L'Economiste) (...) Es un retroceso democrático grave: el PJD (Partido Justicia y Desarrollo, al que pertenece El Jalfi) quiere hacernos pasar en la era de la ortodoxia ideológica y poner a los medios públicos a sus pies".

El propio director general del segundo canal 2M, Salim Cheij, ha criticado a través de varios medios de comunicación las nuevas medidas de El Jalfi y subrayado que tal decisión, "tomada de forma unilateral por el Ministerio de Comunicación (...) amenaza con difuminar la identidad del canal".

La reacción del director de la cadena, que ha tardado varios días, es interpretada por el rotativo Al Massae como una "guerra" en la que participan otros actores. Según ese diario, "Salim Cheij recibió 'instrucciones' (eufemismo usado en Marruecos para aludir a directivas desde el Palacio) para atacar el gobierno de Abdelilah Benkirán".

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