Galicia ha perdido 141.000 empleos desde el inicio de la crisis, hace "42 meses", y la tendencia es continuar "perdiendo" puestos de trabajo. "El futuro es muy negro", ha enfatizado la secretaria de Empleo de CC.OO. Galicia, Maica Bouza, partidaria de buscar "otro modelo de desarrollo" para que la comunidad salga de la actual coyuntura económica.

Este dato sale del estudio 'La crisis del empleo. Un análisis de la EPA en Galicia', que han presentado a los medios de comunicación la propia Bouza y el economista del sindicato Manuel Lago.

Este documento que las provincias más afectadas han sido Ourense, donde se destruyeron 21.5000 empleos (un 16%), y Pontevedra, con una caída del 14 por ciento. Por su parte, A Coruña, donde predomina el sector servicios, la bajada ha sido del 6,2 por ciento; y en Lugo desaparecieron un 4,6 por ciento de los puestos de trabajo.

El economista de CC.OO. ha ofrecido otro apunte: "en tres años y medio de crisis perdimos más de la mitad de todos los puestos de trabajo que se crearon en los 12 años de enorme expansión de la economía gallega y española", en alusión al período entre 1994 y 2007, cuando en Galicia se crearon "unos 200.000 empleos".

Con la vista puesta en el futuro inmediato, Lago Peñas ha avanzado que este proceso de destrucción de empleo "no terminó". "Por lo que sabemos de 2012, no sólo no se detuvo, sino que cogió más fuerza", ha advertido, convencido de que se trata de "la peor crisis de la historia democrática" en España.

Afecta a la industria y la construcción

Según el informe elaborado, esta destrucción de empleo afecta fundamentalmente a la industria y la construcción, que acaparan "el 90 por ciento" de los empleos liquidados. En cuanto al sector servicios, el economista ha destacado que "resistió mejor" pero ha señalado que "empieza a mostrar síntomas de debilidad".

En relación a lo que ha tildado de "desastre industrial", con la pérdida de unos 45.000 empleos, ha detallado que el sector de la madera ha visto caer "un 47 por ciento" su volumen de trabajadores; que el textil ha reducido su número de empleados un 26 por ciento; y que el naval y la automoción cuentan ahora con un 25 y un 23 por ciento menos, respectivamente.

"Es una crisis demoledora, que perjudica a los asalariados, pero también a pequeños y medianos empresarios y a los autónomos", ha incidido, para reseñar que 75.000 asalariados (8% del total) perdieron su empleo, al igual que 16.000 autónomos sin empleados.

Estos últimos datos, para Lago, evidencian que "el problema no son las relaciones laboral o la rigidez del mercado de trabajo que dicen los neoliberales", ya que la "desaparición" de autónomos sin empleados se debe a "los problemas de actividad económica" y no "los problemas de regulación del mercado laboral".

"hecatombe" en el empleo

En todo caso, ha juzgado que esta crisis es "sectorial y territorial", pero también "del modelo de relaciones laborales" de Galicia y España, caracterizado, a su juicio, por "una especialización débil y una elevada precariedad laboral".

Es lo que explica que, con una caída del PIB "similar a la de Alemania y otros países de la Unión Europea", se produzca "una hecatombe en términos de empleo". Para ilustrar esta afirmación, Lago ha señalado que el PIB gallego cayó un 2,4 por ciento desde 2009 mientras que el empleo lo hizo "un 12 por ciento". "Cinco veces más", ha enfatizado.

Al hilo de ello, ha resaltado que la crisis está siendo "especialmente dura" con los contratos temporales, ya que las empresas "se desprendieron" de 80.000 personas en estas condiciones. Igualmente, con los jóvenes está resultando "terrible", ya que 45.000 menores de 25 años —la mitad de los trabajadores en esta franja de edad— han perdido su empleo.

"plus de resistencia" de galicia

En cuanto al supuesto "plus de resistencia" de Galicia con respecto a la media española, el economista ha negado su existencia. "El resultado es similar", ha afirmado, señalando que la caída del empleo en Galicia es del 9,8 por ciento frente al 10,6 de España.

No obstante, ha indicado que existen "diferencias sectoriales y temporales". Y es que, según ha dicho, en Galicia se destruye "menos empleo" en la construcción que en el resto del país por tener "una menor especialización" y "menos operaciones de burbuja inmobiliaria".

En lo que atañe a las diferencias temporales, a las que no ha ofrecido explicación, ha destacado que Galicia "resistió mejor" en términos de empleo hasta 2009, cuando "se destruía la mitad" que en el resto del país. En cambio, en 2010, se perdió "el doble" que en España; y el pasado año ambos territorios se mantuvieron "en tasas similares".

Retrato robot del desempleado

Con todos estos datos, Manuel Lago ha dibujado el "retrato robot" del más perjudicado por la crisis, sin obviar que la mala situación económica "afecta a todas las categorías, sexos y edades".

Así, se trata de "un hombre" (76% del empleo perdido), que trabaja en la construcción o la industria, es asalariado (70% del total), con un contrato temporal (el 97% de personas en estas condiciones fue despedida) a jornada completa (el empleo a tiempo parcial apenas ha experimentado reducción).

Otras características que presentaría es que se trata de una persona española (la inmigración "no es significativa" en el mercado laboral gallego) y que está empleado en el sur de Galicia (Ourense y Pontevedra acumulan el 60% de la destrucción de empleo de la comunidad).

Cambio de políticas

En este escenario, la responsable de Empleo de CC.OO. ha juzgado que "el principal problema de Galicia es el empleo" y ha advertido de que "las políticas miméticas" de Xunta y Gobierno central "no contribuirán" a revertir la tendencia a continuar "perdiendo empleo".

De hecho, ha llamado la atención sobre que los presupuestos del Estado para este año tampoco inciden en "la recuperación de la actividad económica" y, precisamente, ha criticado que el Ministerio de Defensa cuente "por primera vez" con más fondos que Fomento.

Maica Bouza Ha vinculado estas políticas con "el perfil ideológico" del PP, que pretende hacer "más pequeño e ineficiente" el sector público para "dar entrada" al capital privado y satisfacer así "a unos pocos".

En clave gallega, ha augurado que la comunidad se convertirá en "un desierto industrial" a la vista de los recortes en políticas activas de empleo, poniendo el acento sobre la situación en que quedarán las provincias del interior por la ausencia de medidas encaminadas al "reequilibrio territorial" y con una población "tan envejecida".

Por todo, ha reclamado una reforma del sistema financiero que facilite la pervivencia de las empresas y ayude a incentivar el consumo y un cambio "en profundidad" del sistema fiscal. Junto con ello, se deben diseñar medidas que favorezcan al sector industrial y que "mejoren la calidad del empleo". "En la línea opuesta a la reforma laboral", ha finalizado.