Un invierno seco y una primavera sin lluvias han provocado daños en las cosechas y han conseguido aletargar los períodos de polinización. «Al haber menos polen en la atmósfera, la intensidad de los síntomas se reduce y los enfermos tienen menos problemas», asegura el jefe del Servicio de Alergología del Clínico, Fernando Duce.

A pesar de todo, períodos prolongados de lluvias seguidos de días soleados provocarán picos puntuales en los que los síntomas sí se dispararán. «Aunque no llegarán a los niveles tan altos que se registraron en la primavera pasada», afirma Duce.

Un 20% de la población

Dos de cada diez personas padecen algún tipo de alergia. Serán los que más sufran la polinización de los cipreses (en pleno proceso), la de los plataneros (se retrasará a mediados de abril), el olivo (previsto para mayo) y las gramíneas (finales de este mes y primeros días de junio). Serán éstas últimas las que más síntomas despierten entre los alérgicos.

Las ventanillas del coche, cerradas

Evitar las zonas verdes, subir las ventanillas cuando se viaje en coche y limitar a un máximo de media hora la ventilación del domicilio son algunos de los consejos a tener en cuenta para disfrutar de la primavera ajenos a la alergia. Hay que tener en cuenta, además, que los niveles de polen se incrementan durante la noche.