Un juez ordena tirar el muro que iba a 'emparedar' a los vecinos de un súper en Moratalaz

  • Una sentencia obliga a paralizar parte de la obra porque no respeta la distancia mínima de 3 metros y estaba a 29 centímetros de las viviendas.
  • "Ya no tendré vistas al muelle de descarga", se alegra José María.
  • Tenían el muelle de carga pegado a su terraza.
José María, asomado al balcón de su casa, mientras un operario derriba el muro.
José María, asomado al balcón de su casa, mientras un operario derriba el muro.
Jorge París
José María, asomado al balcón de su casa, mientras un operario derriba el muro.

La perseverancia puede derribar montañas. O, como en este caso, muros. Los vecinos del edificio situado en el número 56 de la calle del Arroyo de la Media Legua (Moratalaz) vivían bajo la amenaza de quedar emparedados por la tapia de un supermercado, como contó 20 minutos el pasado noviembre. El centro comercial estaba construyendo un muelle de carga y descarga justo enfrente de la casa de José María Díaz, vecino del 1º C, con un muro que rozaba su terraza.

Lejos de resignarse, lo llevaron a los tribunales. Y ahora recogen los frutos: la empresa está derribando el muro de la discordia, presionada por una sentencia de la Audiencia Provincial que obliga a paralizar parte de la obra.

Para José María, esta es una victoria a medias. "Nuestro objetivo final sería que lo tiraran todo, pero no se puede negar que es un alivio perder ese muro". Este vecino temía que las vistas a la calle desaparecieran, pero también le preocupaban los ruidos de los camiones y los olores de los alimentos durante el traslado de mercancías.

El fallo judicial, al que ha tenido acceso este periódico, sostiene que el muro dista 29 centímetros del balcón más cercano. "Esa distancia es insuficiente, pues el precepto exige que se edifique a más de tres metros", argumenta. Por este motivo, el tribunal ha acordado "la suspensión y paralización de las obras relativas al muro de separación de la zona de carga y descarga".

Traslado del muelle

Al impedirse la continuación de los trabajos en esa zona, el centro comercial tendrá que buscar otra ubicación menos molesta para su muelle. "Planean llevarse la carga y descarga al subterráneo, unos metros más allá del edificio", explica el presidente de la comunidad de vecinos, José Antonio García.

Aunque, quizá, el cambio no siente bien a los vecinos de los edificios de la calle de Cabeza de Vaca: "Ahora ellos tendrán la carga y descarga enfrente de su casa. Tampoco es esa la solución", opina José María. La empresa ha rechazado ofrecer su versión.

Los vecinos de Moratalaz seguirán luchando para que el supermercado se aleje lo más posible de sus terrazas. "Ahora vamos a pedir que derriben la torre de comunicaciones, mediante una demanda civil que presentaremos en un mes", asegura el presidente de la escalera, José Antonio García. Esta torre, que contendrá las escaleras y los ascensores, se eleva hasta el segundo piso del edificio. "Lo difícil es que tiren toda la mole, eso casi lo hemos descartado".

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