El último accidente del metro de Valencia antes de la catástrofe acaecida hoy se registró en un tramo descubierto de la línea 1, entre las localidades de Picanya y Paiporta en septiembre de 2005.

En esa ocasión decenas de personas resultaron heridas en el choque de dos trenes.

La lucha contra las filtraciones de agua es el otro reto del metro de Valencia. Sus túneles vierten al alcantarillado, cada día, dos millones de litros de aguas subterráneas, un cadual anual equivalente a 300 piscinas olímpicas.

También es necesaria la renovación de algunos convoyes de la línea 1, precisamente la que ha registrado el accidente de hoy y el de 2005.

Simulacro premonitorio

En marzo de este año, unas 200 personas tomaron parte en un simulacro de incendio en un tramo de túnel que une las estaciones de Amistad y Aragón.

El simulacro fue organizado por la Jefatura de Seguridad de Metrovalencia, y en el intervinieron efectivos de Bomberos del Ayuntamiento de Valencia, de la Policía Local y personal del Cuerpo Nacional de Policía, Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU), Protección Civil de la Generalitat, Policía Autonómica, Protección Civil del Ayuntamiento.

Se trata de los mismos cuerpos de emergencia que están actuando hoy.

Cuatro líneas

En la actualidad el suburbano cuenta con cuatro líneas, una de ellas de tranvía. En total hay más de 137 kilómetros de vías, 19 de ellos en el interior de túneles.

88 trenes recorren la red de metro, que cuenta con 23 estaciones subterráneas y 93 en superficie.

El año pasado más de 60 millones de viajeros utilizaron el ferrocarril suburbano de Valencia.

Primer tramo subterráneo, en 1988

El metro de Valencia es una evolución del ferrocarril de vía estrecha. El primer tramo soterrado medía 7 km. y se abrió en 1988. Unía las líneas de cercanías de Llíria, Bétera y Rafelbunyol.

La última ampliación llegó en diciembre de 2005, con la inauguración del ramal de prolongación de la Línea T-4 a Lloma Llarga-Terramelar.