BIO Nació en Madrid en 1954. Está casada con el ex presidente Aznar, con quien tiene tres hijos. Es licenciada en Derecho y Técnica en Administración Civil, y comenzó a militar en AP en 1978. Ligada al destino político de su marido, dio su primer mitin en 1993. Es socia de honor de Unicef y siempre se ha vinculado a temas de familia, infancia y mujer.

De las paredes de la sala de reuniones del flamante edificio del Área de Empleo del Ayuntamiento de Madrid cuelgan grabados de César Galicia, regalados por su autor al ex presidente del Gobierno. También aquí Aznar está presente.

¿Cree en las carambolas?

¿En las casualidades? Sí.

Se lo pregunto porque va ir de número dos por Madrid en las municipales, pero todo el mundo dice que terminará siendo alcaldesa.

Lo de ser alcaldesa ni me lo he planteado. Para nada.

¿No se ve en el puesto?

Estoy muy bien donde estoy. Lo demás es ciencia ficción.

¿Hay una campaña contra Ruiz-Gallardón?

Espero que no. Gracias al alcalde, cuando acabe este periodo, vamos a disfrutar de una ciudad que va a ser puntera en el mundo. Las obras que se están acometiendo son espectaculares y la ciudad va a ser otra. Son obras impopulares mientras se hacen, pero cuando se acaban la gente empieza a disfrutarlas y no se acuerda del tiempo que ha pasado entre medias.

Me refería a una campaña dentro del PP...

No, por Dios. En absoluto.

Ha sido usted una excepción a la hora defenderle de los ataques de la COPE. ¿Tiene usted más valor que otros dirigentes de PP?

No, yo estaba segura de que el alcalde de Madrid siempre ha estado con las víctimas del terrorismo. He compartido muchos momentos con él y con las víctimas y les ha facilitado siempre su apoyo.

Está en medio de una guerra entre Gallardón y Esperanza Aguirre por el liderazgo. ¿Cómo lo lleva?

Son dos personas tremendamente valiosas y es verdad que son dos líderes políticos entre los que pueden existir fricciones por la gestión de dos administraciones en la que una parte muy importante del territorio es común. Espero que los madrileños aprecien su labor en las próximas elecciones.

¿Se ha sentido maltratada por ser la esposa del ex presidente del Gobierno?

No. Las cosas hay que dejarlas en su justo término. Cualquier persona que tiene una actividad pública sabe que está sometida a críticas y luego mi situación también era un poco peculiar.

El ex presidente ha aclarado que con los ingresos percibidos por la sociedad que comparte con usted, Famaztella, no ha incurrido en incompatibilidad alguna. ¿Son compatibles dichos ingresos con su condición de concejal?

Sin duda. La explotación del propio patrimonio y de la propiedad intelectual es compatible con todo.

¿También los procedentes de New Coporation, la empresa de Rupert Murdoch?

Por supuesto que sí. Es compatible.

¿En qué ha mejorado Madrid con Ana Botella en el Ayuntamiento?

Tendrán que decirlo los madrileños. Hemos puesto un especial esfuerzo en las personas mayores, hemos aumentado el presupuesto en más del 50%, hemos hecho llegar la teleasistencia a 75.000 personas, estamos llegando a 25.000 hogares con la ayuda a domicilio, hemos aumentado mucho todos los recursos de prevención para infancia y familia con menores y adolescentes en situaciones de riesgo...

Su sensibilidad en estos temas contrasta con la opinión de su compañero Pedro Calvo pidiendo mano dura para retirar de las calles a prostitutas y mendigos.

No, no, no. Él ha descrito una realidad: no existen medidas coercitivas para llevar a otros sitios a las personas sin hogar. Nunca habían existido tantos recursos para personas sin hogar como ahora. El Ayuntamiento nunca se ha planteado hacer ninguna ordenanza en este sentido.

¿En qué medida sus creencias religiosas dirigen sus acciones políticas?

Yo nunca he ocultado mis creencias religiosas. Todo el mundo tiene algún tipo de creencia. Pero lo único que yo estoy haciendo es cumplir el programa electoral del PP.

Tienen enervados a muchos ciudadanos con los parquímetros, a los eurodiputados con la M-30... ¿Temen que las obras les pasen factura?

Los madrileños van a apreciar las obras cuando acaben, insisto. Quiero que la gente se imagine el río rodeado de verde. Está muy bien a la vista de los parlamentarios europeos, pero Los Verdes no suelen estar nunca con las obras.

¿Es tan pesimista sobre la situación de España como algunos dirigentes de su partido?

En algunas cosas, sí. Creo que este país es creativo y trabajador. Confío mucho en los españoles y, por eso, creo que el PSOE no ganará las próximas elecciones. Muchos intuyen que las cuatro o cinco cosas importantes de la vida sí que pueden estar en peligro.

Tras el anuncio de negociaciones con ETA, ¿empieza el fin de ETA o el fin de España?

Todo el mundo sabe que los terroristas siempre quieren más. Y que el nacionalismo tiene su razón de ser en reivindicar más. Tras el anuncio de Zapatero vimos a unos terroristas en torno a una mesa diciendo que estaban muy contentos. Habló en el lenguaje que ETA había impuesto, que es la autodeterminación. Y después viene Navarra.

Sin respirar

"Detesto la mezquindad"

Adora: A mis hijos.

Detesta: La mezquindad.

Teme: El dolor de las personas a las que quiero.

Aspira a: Que digan que estuve donde tenía que estar e hice felices a los que tenía alrededor.

Colecciona: Nada.

Una manía: No puedo dormir con las puertas de los armarios abiertas.

Un defecto: Muchos, miles.

Una virtud: Amo la vida.

En dos palabras

«En la ducha pongo ópera»

¿Guarda algo bajo la cama? No.

¿Canta en la ducha? No, porque pongo ópera a todo volumen.

El café, ¿solo, cortado o con leche? Con leche.

¿Qué hace si se desvela de noche? Tratar de dormir. Si es ya la madrugada, salir a andar un poco.

¿Se sonroja si la halagan? No. De vez en cuando me gusta.

¿Qué sabe hacer con la mano izquierda? Nada (risas).

¿En qué caprichos gasta más dinero? En cosas de esas en que gastamos las mujeres. Me gustan las cosas para la casa.

¿Qué libros tiene en la mesilla de noche? Mi mesilla es un lío. Estoy leyendo París 1919, de Margaret McMillan.