Según confirman los ingenieros de esta reforma a 20 minutos, el lecho sobre el que se levantan los pilares será alicatado con losas de caliza para que sean visibles cuando el Guadalquivir vaya con poco cauce, es decir, prácticamente todo el año.

Actualmente, la base de la pasarela consiste en fragmentos de hormigón, cantos rodados y escombros que se han ido colocando con los años para dar consistencia a los cimientos. Cuando baja el nivel del agua, aparte de esta amalgama de restos, se pueden ver desechos y basura que se acumulan en los huecos de esta base desigual.

Ahora, los técnicos de la Consejería de Cultura buscarán un tipo de losa caliza que haga juego con los materiales del Puente Romano. La colocación de esta solería se realizará a partir de agosto, momento en el que darán por concluidas las obras de reforzamiento de la estructura de la pasarela. Actualmente, se está inyectando hormigón armado en la base del puente para cubrir las oquedades y dar mayor consistencia a la infraestructura.