La Dirección General de Tráfico (DGT) ha planteado la posibilidad de que el Laboratorio de Salud Pública de Castilla-La Mancha se encargue de realizar las pruebas de contraste que requieran los conductores que den positivo en las pruebas antidroga que quiere poner en marcha la DGT en las carreteras del país.

Así lo ha puesto de manifiesto la directora general de Tráfico, Marta Seguí, tras la reunión que ha mantenido en Toledo con el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, y la directora general de Salud Pública, Drogodependencias y Consumo, María Dolores Rubio.

Seguí ha avanzado la posibilidad que Castilla-La Mancha sea una "referencia" para la realización de estas pruebas administrativas —actualmente solo funciona un laboratorio en Santiago de Compostela— que solicitan aquellos conductores que al dar positivo "a pie de carretera" quieren una prueba de contraste.

De otro lado, la responsable de Tráfico ha adelantado que la Dirección General de Salud Pública de la región podría elegirse como centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un proyecto que abordaría el tratamiento de datos de lesionados en la carretera para "luego trasladar la experiencia" al resto de regiones.

Además, durante el encuentro se han analizado otras variables como la mejora de los sistemas de información entre la DGT y la Comunidad Autónoma, el consumo responsable, la "relación bidireccional entre accidente y pobreza", la donación de cadáveres para la experimentación o el uso de medidas protectoras para evitar accidentes.

En este sentido, el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales ha explicado que las lesiones derivadas de un accidente de tráfico es una de las primeras enfermedades a las que está expuesto un individuo, aunque Castilla-La Mancha posee un "excelente sistema sanitario" para atender este tipo de patologías.

Según los datos que ha ofrecido, actualmente por cada persona que fallece en accidente de tráfico 30 personas continúan un proceso hospitalario de tratamiento "que genera un trabajo importante para la sanidad pública" y una enorme carga asistencial, especialmente en traumatología, de ahí la importancia de colaborar con las distintas iniciativas de la DGT.

Durante el periodo 1980-2009 en Castilla-La Mancha se registraron casi 7.700 muertes por accidente de tráfico, de las que 6.114 correspondieron a varones y 1.582 a mujeres. La región también presenta una tasa del 18 por ciento de donación de órganos por fallecimiento en accidente de tráfico, frente al 5 por ciento de donantes por esta causa a nivel nacional.