Un cambio de hogar siempre se afronta con ilusión, pero también implica la tan temida mudanza. Aunque parezca complicada, no lo será si se realiza con un poco de organización y método.
Para empezar, conviene guardar con antelación los objetos que se van a trasladar en cajas. Estas se pueden conseguir en las tiendas que reciben en ellas la mercancía, pero luego las descartan. En caso de no conseguirse, tendrán que comprarse. Además, hacer una mudanza siempre viene bien para desprendernos de cosas innecesarias.
Por otra parte, también habrá que evaluar si para cambiar de vivienda se contratan los servicios de una empresa especializada o si se afronta la tarea con los medios propios y la colaboración de familiares y amigos. Contratar una empresa, a menudo, es un gasto alto, pero a cambio esta resuelve todo de manera efectiva, rápida y asegurada.
Una mudanza con garantías
- Presupuesto por escrito
Selecciona varias empresas de transportes y pide que visiten tu domicilio para efectuar con rigor un presupuesto. Deberán entregártelo por escrito, especificando todas las condiciones. - Lo barato sale caro
Desconfía de las mudanzas excesivamente baratas. La calidad, el servicio y la eficacia tienen su precio. - Haz un inventario de todo lo que llevas
Esta misma operación también la debería realizar la compañía de mudanzas. Confirma que todo es correcto antes de la firma del contrato y evitarás discrepancias si falta algún artículo. - Evita el cobro por adelantado
La mayoría de las empresas exigen el pago por anticipado. Sin embargo, por ley, no tienes que abonar el dinero hasta que el servicio se haya completado. Lo normal es llegar a un acuerdo entre las partes: el cliente adelanta un porcentaje en el momento de la firma del contrato. - Embala los enseres cuarto por cuarto
Etiqueta cada caja con una descripción concreta de su contenido y la habitación a la que va dirigida. Así, podrás indicar a los operarios de la empresa de mudanza en qué estancia deben depositar cada caja.
Cuidado con los artículos valiosos
Nunca mandes en la mudanza objetos de valor (joyas, pólizas de seguros, documentos legales, etc.), es mejor que los lleves tú mismo. Si tienes muebles de gran valor, fotografíalos antes de la mudanza. De esta forma, si sufren algún desperfecto tendrás pruebas que presentar ante el seguro.
Deja que los artículos frágiles como cuadros, espejos o esculturas los empaquete un profesional. Cerciórate de que la mudanza se responsabiliza del manejo y seguridad de los mismos.
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