Las previsiones de crecimiento del mercado ecológico en Cantabria son muy optimistas, ya que el 85,7% de los productores considera que evolucionará positivamente.

Así se desprende del estudio 'Tendencias del mercado ecológico' en Cantabria, que se ha llevado a cabo a través de dos talleres, uno de oferta y otro de demanda, divididos en dos etapas: una de diagnóstico y otra de proyección futura.

Este Taller de Investigación-Acción Participativa realizado en la región se ha llevado a cabo realizando encuestas a personas demandantes y operadores del mercado ecológico (elaboradores, productores y distribuidores) independientemente de su sector de actividad y tamaño de empleo.

Este taller se enmarca en el Programa Emplea Verde, de la Fundación Biodiversidad, dentro de la línea de Diagnóstico, Estudios, Metodologías y Guías, correspondiente a la investigación 'acción participativa sobre las tendencias de mercado ecológico en el ámbito local'. El proyecto está promovido por la Asociación General de Consumidores (ASGECO).

El taller ha estado integrado por personas ganaderas, elaboradoras de productos ecológicos (queso, miel, nueces, frutas y verduras), responsables de cooperativas y de medio ambiente a nivel local.

Según selala el estudio, facilitado a Europa Press, la actividad ecológica es un modelo de negocio que no suele conciliar la producción convencional y ecológica (el 93,3% produce, comercializa o distribuye exclusivamente productos ecológicos).

El mercado ecológico se enmarca en un entorno de proximidad. Así, cerca del 41,0% fabrican, comercializan o distribuyen sus productos en un mercado de cercanía local, mientras que la mitad lo hacen en un radio que se circunscribe al conjunto de la región y sólo un 9,1% lo hace en el territorio nacional.

El estudio también concluye que la mayoría de las empresas (siete de cada diez) se dirigen al consumidor final.

Cartera de productos

Las empresas consultadas se dedican mayoritariamente a la producción, comercialización y distribución de verduras y hortalizas (33,3%), a la ganadería ecológica (22,2%) y, en menor medida, a la apicultura y leche, huevos y derivados lácteos (11,1% respectivamente).

Según se deduce del estudio, consultado por Europa Press, la mayoría de las empresas tienen una oferta de productos especializada y limitada. Alrededor de 6 de cada 10 consideran que sus productos no entran a competir con los convencionales, ya que su modo de hacer da como resultado un producto de características no comparables al producto convencional.

Por otro lado el informe indica que la falta de información sobre la filosofía y características del mercado ecológico son uno de los elementos clave que podrían condicionar negativamente las perspectivas de crecimiento en la región.

Por el contrario, uno de los elementos clave para garantizar el desarrollo local de lo ecológico radica en la necesidad de aumentar el nivel de profesionalización del sector.

Así, el estudio apunta que la consolidación del mercado ecológico en Cantabria contribuiría, entre otros aspectos, a aumentar la concienciación ecológica del consumidor, a crear sellos y denominaciones de origen propios del territorio, a atraer nuevas empresas, contribuyendo a asentar la población en el ámbito rural, y a favorecer la cooperación entre empresas y la generación de nuevos nichos de negocio.

Otro de los datos que aporta la investigación es que la producción ecológica se considera como una forma de vida. Las características que definen el modelo de negocio son: negocio familiar; pequeño tamaño; monocultivo; roducción de calidad; ámbito geográfico de ventas local/regional; aspiraciones de crecimiento controlado; y producción sostenible.

Ayudas y subvenciones

Según se desprende del informe, las ayudas contribuyen a impulsar el crecimiento del sector y fomentan la competitividad. Permiten fijar un precio de venta al público más económico, y por tanto revierten directamente en el consumidor final.

Los participantes en el taller abogan por dirigir el objeto de las ayudas hacia el desarrollo de acciones formativas e informativas y de sensibilización sobre el impacto y el significado de la producción local y ecológica.

El estudio apunta que los elementos clave para el fomento del consumo ecológico son numerosos, existiendo una especial concentración de respuestas en la necesidad de aumentar los puntos de venta y de promover la formación ecológica y, por ende, la información, el asociacionismo gremial, la reducción de los costes de producción y de comercialización, el fomento del apoyo administrativo, la ampliación de la superficie cultivable o la reducción de precios.

Las principales mejoras propuestas por la demanda para garantizar la materialización de las previsiones alcistas del mercado ecológico se centran en la reducción de intermediarios y en el aumento de la sensibilización y concienciación sobre la producción sostenible y saludable.