Antonio D.M., el vecino de Gurb detenido por almacenar en el garaje de su domicilio unos 750 kilos de explosivos, llevaba 33 cartuchos de goma 2 en el maletero de su coche cuando fue arrestado por la Guardia Civil, informaron fuentes próximas a la investigación.

El hombre, que permanece en las dependencias de la comandancia de la Guardia Civil de Sant Andreu de la Barca a la espera de pasar a disposición del juez, trabajaba como artificiero civil realizando voladuras en obras y canteras.

Por este motivo, el detenido disponía de autorizaciones concedidas por la Delegación del Gobierno en Cataluña para la adquisición de explosivos destinados a llevar a cabo voladuras controladas.

No obstante, el detenido carecía de permisos para almacenar los 750 kilos de goma 2 y los miles de detonadores que guardaba en el garaje de su vivienda y cuyo origen está siendo investigado, así como el uso que el arrestado pensaba darles.

La Guardia Civil está intentado averiguar también si el detenido, que, al parecer, no sólo trabajaba en Cataluña, había llegado a vender parte de los explosivos, que pertenecían a diferentes remesas. Los 750 kilos de explosivos encontrados, de una enorme potencia, han sido trasladados por la Guardia Civil al polvorín de El Bruc (Barcelona), uno de los más grandes de España.

Fuentes de la Guardia Civil han informado hoy que, por el momento, no se ha establecido una posible relación entre este hombre y algún grupo terrorista.

El equipo de explosivos de la Guardia Civil se encargará de destruir la goma 2 hallada en Gurb así como los detonadores, tal y como suele hacerse cuando se encuentran algún otro tipo de explosivos, como bombas procedentes de la Guerra Civil española.

Esta operación se inscribe, han explicado las mismas fuentes, en las inspecciones y controles que realiza la Guardia Civil a las personas que disponen de permisos para trabajar con explosivos y que desde el 11-M se han intensificado.