Una segunda parte

Esta red contribuiría a ampliar el trabajo elaborado con otros dos programas anteriores (POST y TOPP), en los que se consiguió trazar la ruta de los salmones hasta el Pacífico y marcar electrónicamente con transmisores a animales de 21 especies diferentes.

Los cerca de 2.000 transmisores que se implantarán permitirán además analizar la situación de los océanos, cuya información se almacenará en receptores situados en el suelo marino y distribuidos en una red de conexiones en catorce zonas dentro del Ártico, Antártico, Índico, Atlántico, Pacífico y mar Mediterráneo.

Preservar las especies

Ana Sabatés, Investigadora del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC).

Iniciativas como éstas resultan interesantes a la hora de conocer mejor las especies marinas, en un momento en el que están sobreexplotadas. Si finalmente se lleva a cabo este programa, obtendremos información muy valiosa de los movimientos migratorios de los animales. Con este rastreo podremos conocer cuáles son sus hábitos y tener un mayor conocimiento de la biología de cada especie (si migran sólo adultos, qué profundidad pueden alcanzar o la salinidad que toleran). Se descubrirá si la tendencia es a desplazarse para alimentarse o para reproducirse. En este último caso la información será valiosísima para poder determinar el tipo de gestión necesaria para preservar la especie y proteger de la pesca la zona en la que se encuentren momentáneamente.