El expresidente de Cuba Fidel Castro mantendrá este jueves un encuentro con el papa Benedicto XVI, en la última jornada del pontífice en la isla, según anunció el líder cubano en un artículo publicado en la web oficial Cubadebate.

"Gustosamente saludaré mañana miércoles a Su Excelencia el Papa Benedicto XVI, como lo hice con Juan Pablo II, un hombre a quien el contacto con los niños y los ciudadanos humildes del pueblo suscitaban invariablemente sentimientos de afecto", escribe Fidel Castro en la última de sus Reflexiones.

En ella explica que decidió solicitar al pontífice "unos minutos de su muy ocupado tiempo" cuando supo por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, que al papa "le agradaría ese modesto y sencillo contacto". En su artículo, Fidel Castro no especifica en qué lugar ni momento de la jornada tendrá lugar ese contacto.

El presidente de Cuba y hermano de Fidel, Raúl Castro, ya recibió este martes en La Habana al papa Benedicto XVI, durante la segunda jornada de su visita apostólica a Cuba que finalizará este miércoles.

El encuentro entre el pontífice y el mandatario cubano tuvo lugar en el Palacio de la Revolución, donde el papa fue saludado por miembros del Consejo de Estado y del gobierno cubano.

El Pontícife analizó con Castro  la situación del pueblo cubano y las expectativas de la Iglesia católica para desarrollarse más y contribuir a la construcción de la vida del país. En su jornada más política en la isla, el papa Ratzinger acudió al Palacio de la Revolución, catorce años después de que lo pisara por primera vez en la historia un papa, Juan Pablo II, durante su visita en 1998.

El papa y Castro mantuvieron un encuentro cara a cara, ayudados por un intérprete, que se prolongó durante 40 minutos, un tiempo considerado "muy amplio" por el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que destacó que eso significa la importancia que el pontífice ha dado a la cita.

Preguntado Lombardi sobre las peticiones de la disidencia para reunirse con el papa, dijo que Benedicto XVI "está bien informado" sobre las demandas de ese colectivo, pero recordó que el viaje a Cuba ha sido "muy corto" y no se ha previsto ningún encuentro con esos grupos "ni siquiera" con religiosos, sacerdotes o seminaristas.

En la reunión, el papa Ratzinger solicitó a Raúl Castro que el Viernes Santo sea declarado festivo en la isla, en la misma línea que ocurrió con el 25 de diciembre, Navidad, cuando Juan Pablo II lo pidió a Fidel Castro y accedió.

El encuentro se desarrolló en un ambiente "muy cordial y sereno", según precisó Lombardi, que destacó las "buenas relaciones" entre la Santa Sede y el Gobierno de Cuba. El portavoz valoró como "muy positiva" la reunión.

Lombardi añadió que el pontífice se encuentra "muy bien" de salud, aunque ya comienza a acusar el cansancio de este viaje que inició en México el 23 de marzo.

De acuerdo con el programa oficial de la visita, el encuentro entre Raúl Castro y Benedicto XVI responde a una "visita de cortesía" del papa en su calidad de jefe del Estado Vaticano. El papa llegó este martes a La Habana, el segundo escenario de su visita a Cuba, donde oficiará una misa en la Plaza de la Revolución que se prevé multitudinaria.

Un grupo de oposición cubano ha acusado al Gobierno de detener a más de 150 personas y de desconectar los teléfonos de activistas durante la visita del papa, y ha exigido que informe del paradero del joven que gritó "abajo el comunismo" antes de la misa de Benedicto XVI en Santiago el lunes.

La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) ha divulgado un comunicado en La Habana para denunciar que el número de disidentes detenidos durante la visita papal y los días previos supera ya los 150, y ha expresado su temor a que esa cifra aumente en las próximas horas.

"Inferimos que las detenciones continuarán aumentando entre este martes, y mañana, miércoles, principalmente en La Habana y provincias aledañas, con motivo de la presencia de Benedicto XVI en la región occidental y de la misa que ofrecerá mañana en la principal y mayor plaza de Cuba", agrega la CCDHRN en un comunicado.

También reseña que a unos 200 cubanos críticos con el Gobierno "se les ha prohibido que asistan a las misas públicas del papa".

La CCDHRN asegura que el Gobierno cubano, además, ha internado en centros a entre 200 y 300 "limosneros, pordioseros, deambulantes y otros desamparados" para que no se les vea en las calles durante la visita papal.