El Cabildo de Tenerife y los 31 ayuntamientos de la isla han acordado en una reunión celebrada esta mañana fijar una estrategia de acción conjunta que permita hacer frente a la "situación extraordinaria" de sequía agrícola que asola a la isla, considerada la peor de los últimos 68 años, y que podría llegar a agravarse en los próximos meses.

En una rueda de prensa, el consejero insular de Agricultura, José Joaquín Bethencourt, junto con el consejero insular de Aguas, Jesús Morales, ha explicado que el objetivo de esta estrategia es "lograr un equilibrio a la hora de satisfacer las distintas demandas existentes en la isla", de manera que en la planificación de compra de agua por parte de cada municipio se tenga en cuenta la demanda agraria.

Para ello, según el consejero, "es preciso adoptar una estrategia conjunta que contemple medidas relacionadas con la oferta y la demanda, y prever también la posibilidad de adoptar medidas administrativas que permitan lograr ese equilibrio".

Bethencourt ha anunciado que en los próximos días "se irán concretando esas medidas en reuniones de carácter comarcal que permitan pedir ayuntamiento por ayuntamiento un esfuerzo dimensionado acorde con las posibilidades de cada uno y que sea este esfuerzo el suficiente y necesario para afrontar el problema de la sequía".

Asimismo, en la reunión también se ha hablado de la posibilidad de activar ayudas económicas para que los ayuntamientos puedan acometer obras de emergencia para un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos en el caso de que se agrave la sequía.

El consejero insular de Aguas, Jesús Morales, ha apuntado que la sequía agrícola —y no hidrológica— está afectando de forma importante a los agricultores de la isla, especialmente a las medianías y zonas altas de la comarca de Acentejo y del Valle de La Orotava. De hecho, se calcula que la media de lluvia que ha dejado de caer durante los últimos meses ha sido de 40 millones de metros cúbicos.

Jesús Morales ha apuntado, además, que en principio no se prevén problemas en el abastecimiento urbano, pues tanto los recursos subterráneos como las desaladoras están funcionando. Es más, ha descartado también que se vayan a producir percances en las zonas turísticas, toda vez que la desaladora más importante de la isla abastece a los municipios de Adeje y Arona.

Ahora bien, ha considerado necesario "implementar medidas de carácter administrativo de cara a la oferta y la demanda, dado que tiene que haber una solidaridad por parte de las administraciones y una responsabilidad por parte de la sociedad para que se haga un consumo racional del agua", para lo que también se ha mostrado a favor de poner en marcha por parte del Gobierno de Canarias una campaña de sensibilización sobre el uso responsable de este recurso.

Medidas para paliar la sequía

Hasta la fecha, tal y como ha detallado el responsable de Aguas, se han tomado medias sobre la oferta como la activación de pozos que no estaban funcionando, algunos de los cuales pueden llegar a aportar hasta 120 pipas de agua por hora; la activación de desaladoras y el traslado de desaladoras portátiles a aquellas zonas donde sea necesario, y la derivación alguna galería.

También se han tomado medidas sobre la demanda, como pueden ser la reducción del riego de parques y jardines, campos de fútbol, fuentes, etcétera. No obstante, en el caso de que la sequía llegue a agravarse, el Cabildo de Tenerife recomienda a los ayuntamientos la elaboración de un protocolo de actuación para hacer frente a una mayor escasez de agua.

Respecto a los daños que la sequía ha causado en la agricultura de la isla, José Joaquín Bethencourt ha indicado que aún es pronto para valorar en términos globales los efectos de la falta de lluvia, si bien ya se están notando sus efectos en la papa y el cereal, y en la viña pronto necesitará de recursos hídricos.