Los once acusados de formar una red de tráfico de drogras que iban a ser juzgados este lunes en la Audiencia Provincial, han reconocido los hechos y se han conformado con condenas de hasta cuatro años y tres meses de cárcel, así como multas por valor de la droga incautada, con lo que el juicio no ha llegado a celebrarse.

Inicialmente el fiscal solicitaba penas de hasta cinco años y medio de cárcel y multas de hasta 70.000 euros para estos 11 acusados de formar una red de tráfico de drogas que obtenían en Vizcaya y vendían después en Cantabria.

Al reconocer los hechos, el fiscal ha rebajado las condenas que pedía para ellos, que ahora oscilan entre un año la menor y cuatro años y tres meses las mayores para los dos principales responsables de la red.

Éstos se dedicaban desde 2009 a la venta de sustancias estupefacientes que adquirían en Vizcaya a través de los contactos de uno de ellos y comercializaban en Cantabria gracias a otro hombre que, en ocasiones, y por la relación de confianza que tenía con los anteriores, transportaba la mercancía en un vehículo de su propiedad.